Según informaron autoridades locales, la tarde de este pasado jueves comenzaron, por parte de Agentes de la Policía Naval y del Instituto Nacional de Migración, una serie de redadas contra migrantes centroamericanos en el puerto de Veracruz.
Se detuvieron a unos 270 migrantes de varias nacionalidades por parte de los agentes, que irrumpieron en casas y hoteles de Veracruz.
Edgar González, delegado del Instituto Nacional de Migración, aseguró que era uno de los operativos más grandes que se han llevado a cabo en esta región, lugar de obligado paso para aquellos migrantes que buscan alcanzar el sueño americano.
“Van a continuar (los operativos) hasta que se nos indique”, avisó el funcionario. Los agentes entraron a varios hoteles cercanos a la Central de Autobuses. En uno de esos hoteles fueron encontrados 170 migrantes, 80 en otro de ellos, y en el último más de 20 centroamericanos, la gran mayoría hondureños.
Los detenidos, tras ser puestos a disposición de Migración, fueron enviados a la Estación Migratoria de Acayucan para, una vez allí, ser registrados y proceder a su retorno asistido.
Por su parte, las autoridades mexicanas informaron que ese mismo día encontraron a 134 migrantes hacinados en un tráiler en Veracruz.
Decenas de personas sin documentación fueron ubicadas por los agentes de la Secretaría de la Defensa Nacional y Policía Federal, incluidas las halladas en el tráiler abandonado.
Para los migrantes, el estado de Veracruz es paso obligado ya que entran a México con el objetivo que llegar a Estados Unidos, puesto que colinda con ciudades fronterizas como Tabasco, con Guatemala, y con Tamaulipas, con Estados Unidos.
Con el fin de contener el flujo migratorio, México aumentó la vigilancia de su frontera sur a partir del 7 de junio, enviando a la zona unos 6.000 efectivos de la Guardia Nacional. Todo debido a un acuerdo con EEUU.