Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, y Pere Aragonès, su homólogo de la Generalitat, han acordado reanudar en Madrid la mesa de diálogo entre el Ejecutivo central y el catalán. Será en la última semana de julio.
La decisión se ha tomado este viernes en un encuentro entre ambos dirigentes en La Moncloa, el primero formal desde el ‘caso Pegasus’.
Así, Isabel Rodríguez, portavoz del Gobierno, ha señalado al término de la reunión que los presidentes no participarán en la mesa de diálogo.
Delegarán en sus equipos puesto que ya han hablado “largo y tendido” y, a su entender, “ya han hecho su trabajo”.
Asimismo, quiso aclarar que entre los asuntos tratados no figuraban la reforma del delito de sedición ni el posible regreso de Carles Puigdemont a España.
Así las cosas, la portavoz calificó la reunión como “positiva” y “correcta”, en la que hablaron, en primer lugar, de la situación económica.
También, sobre el aumento de los precios por la guerra en Ucrania y las medida puestas en marcha para mitigar los efectos de la inflación.
Asimismo, apuntó Rodríguez, trataron el desarrollo y despliegue de los fondos europeos en Cataluña. Forma parte importante del proyecto de transformación económica de España.
Por otro lado, respecto a “la causa independentista”, la portavoz trasladó que las posturas de ambas administraciones son “muy distintas”.
Entre ellas hay diferencias “enormes”, pero el Gobierno sigue defendiendo “el título octavo” de la Constitución y el estado autonómico.
Asimismo, ha pedido que Junts participe en la reunión de la mesa de diálogo. Sería “deseable” que las dos formaciones que conforman el Govern, como igual sucede con las dos que forman parte del Eecutivo español.
Esgrimió que, “para que el diálogo sea positivo, todos tenemos que estar representados”. “Quién decida no participar después tendrá que explicarse ante los catalanes”, zanjó.