Merkel salva su Gobierno deportando inmigrantes

Merkel salva su gobierno deportando inmigrantes

Serán los registrados en otros países de la Unión Europea.
Angela Merkel, canciller alemana, ha anunciado que ha alcanzado un acuerdo sobre política migratoria con la Unión Social Cristiana, CSU, su socio de coalición en el Gobierno. El pacto implica la deportación de aquellos inmigrantes que se hayan registrado en otros países de la UE antes de su llegada a Alemania.
Igualmente, contempla la creación de “centros de tránsito”, desde donde serán deportados. Al canciller ha declarado que es “un muy buen compromiso”, después de las negociaciones entre su partido, la Unión Cristiano Demócrata, CDU, y la CSU.
Por su parte, Annegret Kramp-Karrenbauer, secretaria general de la CDU, también ha precisado que en el acuerdo se prevé que cualquier inmigrante que se haya registrado en otro país será rechazado si pretende entrar en Alemania.
Varias fuentes han explicado que estos “centros de tránsito” serán edificios cerrados, de los que los inmigrantes no podrán salir en tanto en cuanto no se resuelva su expediente y se decida si pueden permanecer en el país germano. Además, los centros serán los responsables de ejecutar las expulsiones desde Alemania a los países europeos por los que entraron en Europa.
Con este acuerdo, que sería aceptable por el CSU, se evita la dimisión de Horst Seehofer como ministro del Interior y la profunda crisis en la que se ha sumido el gobierno de Merkel. Sin embargo, esta crisis en el Ejecutivo podría no haber acabado puesto que el otro gran socio de la coalición, el Partido Socialdemócrata, SDP, se opuso a la creación de este tipo de centros en 2015.
Seehofer, que seguirá al frente de Interior, ha declarado ante la prensa que “tras intensas conversaciones entre la CDU y la CSU hemos alcanzado un acuerdo para evitar en el futuro la inmigración ilegal en la frontera entre Alemania y Austria”. “Hemos alcanzado una solución sostenible, un acuerdo claro entre dos partidos conservadores”, explicó.
De este modo, el ministro alcanza su objetivo de imponer controles en las fronteras alemanas y la expulsión de migrantes a los países europeos en los que se registraron al entrar en Europa. Merkel, en cambio, rechaza esta posibilidad al entender que devolver a los peticionarios de asilo a otros países del bloque debe ser consensuado entre los estados de la Unión que se ven afectados y no de unilateralmente porque esto perjudicaría a los vecinos europeos.
La canciller había regresado de Bruselas con un acuerdo de mínimos para reforzar las fronteras externas del bloque comunitario y algunos pactos bilaterales, de forma que se agilizaran las devoluciones de solicitantes de asilo, entre ellos, España y Grecia. Sin embargo, para Seehofer el resultado era insuficiente Y amenazó con provocar la ruptura de la coalición conservadora y socialdemócratas que gobierna desde marzo. Finalmente, esta ruptura no se ha llevado a cabo.

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