Un cinturón sanitario es lo que ha propuesto Angela Merkel, canciller alemana, que Europa ponga a la ultraderecha y los movimientos populistas que quieren destruir el corazón de los valores europeos, la lucha anticorrupción y la protección de las minorías.
“Nos tenemos que enfrentar a movimientos populistas que en muchos ámbitos desprecian estos valores, que quieren destruir la Europa de nuestros valores. Tenemos que hacerles frente con decisión”, dijo en Zagreb preguntada acerca del escándalo en el que se ha visto envuelto en Heinz-Christian Strache, líder del ultraderechista Partido de la Libertad, FPÖ, en Austria. El político de extrema derecha austriaca dimitió el sábado después de que se divulgara un vídeo en el que se le ve ofreciendo contratos a un magnate ruso en una fiesta en Ibiza.
A la petición se ha unido Andrej Plenkovic, primer ministro croata, quien agregó que “lo que ocultan es que no se protege a las minorías, que se cuestiona los derechos humanos básicos y que la corrupción es un componente más de la política”.
La canciller alemana se ha mantenido discretamente apartada durante la campaña para las elecciones europeas de los próximos 23-26 de mayo, siendo Manfred Weber, líder de los conservadores alemanes en estos comicios, el protagonista. También de Zagreb ha querido defender su posición de no depender de los votos de la ultraderecha cara a ser elegido presidente de la Comisión Europea. “La extrema derecha y los populistas están dispuestos a vender su patriotismo y los valores de su país a cambio de beneficios”, criticó respecto al escándalo de Strache.