May salva la reprobación de los suyos

May salva la reprobación de los suyos

Con 200 votos a favor frente a 117 en contra, gana la moción de confianza.
Theresa May, primera ministra de Reino Unido, ha conseguido salvar la reprobación en la moción de confianza que los suyos le plantearon a primera hora de la mañana de ayer. La moción se activó cuando más de 48 diputados tories solicitaron el inicio del proceso al Comité de 1922, formado por diputados sin cargo en el Gobierno y, generalmente muy críticos.

Finalmente, 200 diputados conservadores respaldaron a la premier frente a 117 que votaron en contra de ella. Sin embargo, esta victoria no ha salido gratis a la primera ministra. Se ha visto obligada a comprometerse ante los parlamentarios de su formación a que no se presentará como líder conservadora en las próximas elecciones generales, previstas para 2022. A pesar de ello, pidió tranquilidad para poder implementar el Brexit.

Ahora, May dispone de un año garantizado en su puesto, ya que es el tiempo durante el que no será posible volver a poner en cuestión su liderazgo dentro del Partido Conservador. A pesar de ello, la pelea no ha terminado porque corre el riesgo de una moción en Westminster por parte de Jeremy Corbyn, líder de la oposición laborista. Todo ello, según avancen las negociaciones del Brexit en las próximas semanas.

La jornada de ayer fue una auténtica maratón para la primera ministra. Nada más salir de su residencia, en las puertas de Downing Street, declaró que lucharía contra la moción “con todas sus fuerzas”, en un tono que demostraba su disposición a luchar hasta el último minuto. Después, horas de debate con Corbyn en el Parlamento, mientras intentaba convencer a los miembros tories indecisos.

Ya por la tarde, reunión con los miembros del Comité 1922 para tratar de llevarlos a su terreno. “Si yo me voy, vendrá el caos y el Brexit estará en peligro” fue el mensaje más utilizado por la premier a lo largo del día. Tanta carrera surtió efecto y logró una victoria, aunque pírrica.

“Un cambio de líder en el partido pondrá en riesgo el futuro de nuestro país y creará incertidumbre, justo cuando menos podemos permitírnoslo”, has visto por la mañana. “Un nuevo líder no tendría tiempo de renegociar el Acuerdo de Salida e impulsar la legislación necesaria en el Parlamento antes del 29 de marzo. Sus primeras decisiones deberían ser extender o revocar el artículo 50 y eso supondría retrasar o incluso frenar el Brexit, cuando lo que la gente quiere es que acabemos con este proceso”, proclamó. El artículo 50 del Tratado de la Unión es el que Reino Unido invocó para activar el proceso de salida de la Unión Europea.

El 29 de marzo es la última ni la única fecha determinante del Brexit. Antes hay otras, como la de hoy mismo en la cumbre de jefes de Gobierno de la UE que se celebra en Bruselas. En ella, May intentará arrancar alguna concesión para que pinte mejor ante los parlamentarios británicos el acuerdo alcanzado.

Y es que tanto la Comisión como el Consejo Europeo se niegan a reabrir el texto del acuerdo, como también sucediera con el asunto de Gibraltar y las reivindicaciones de España. Como mucho, se podría firmar una carta con garantías de que la continuidad de Reino Unido en la unión aduanera, por la que se evita implementar controles en la frontera irlandesa inmediatamente después del Brexit, no sería indefinida.

Esta medida no convence ni a los diputados euroescépticos ni a los parlamentarios proeuropeos. Estos últimos entienden que el acuerdo en estos términos no tiene sentido, puesto que, así, Reino Unido continuaría supeditado a las normas europeas, pero sin tener voz ni voto para tomar decisiones sobre ellas, ante lo cual, la mejor opción es mantenerse dentro de la Unión.

Se especula con que el Gobierno aplazará la cita para esta votación en el Parlamento hasta enero, de forma que May podría someter a gran presión a los diputados para que aprobaran su acuerdo, habida cuenta de que cada vez habría menos tiempo para replantear las posiciones y Reino Unido se vería abocado a un Brexit caótico. De aprobarse el pacto, el país saldría de la UE el 29 de marzo de 2019 y comenzaría un periodo de transición que llegaría hasta diciembre de 2020, además de poderse prorrogar.

Si el acuerdo se rechaza, en el Parlamento se abrirían, al menos, dos escenarios. Por un lado, forzar un nuevo plan basado en el modelo noruego y, por otro, convocar un segundo referéndum. Tampoco se descarta la convocatoria de elecciones o un plebiscito. En estos últimos casos, sería necesario retrasar la fecha formal de salida.

Toda la jornada maratoniana de la primera ministra se ha visto reflejada en la fluctuación de la libra, que, finalmente, ha representado un barómetro de la tensión política en el país. De tal magnitud era la incertidumbre que TransferWise, una de las principales empresas europeas de cambio de divisas, limitó a 10.000 libras las transferencias de esa moneda a causa de la “volatilidad” que existía y a la espera del resultado de la moción de confianza.

Así, al inicio de la jornada, la divisa británica cayó ligeramente. Sin embargo, la decisión de May de que lucharía para continuar en Downing Street, sumado al goteo de apoyos por parte de sus diputados, hizo que comenzada una remontada a lo largo del día, hasta subir en un 1%. Nomura anticipa que después de la victoria de la primera ministra, la libra crecerá entre un 1 y un 2%.

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