Aumenta el número de personas en esta situación respecto a 2016.
Según informa ACNUR, a través de su portavoz, William Spindler, en la presentación, ayer, de la encuesta de evaluación anual de la vulnerabilidad de los refugiados sirios hecha por esta agencia de la ONU, UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos, más de la mitad de los refugiados sirios en Líbano viven en pobreza extrema, un 5% más que en 2016, aumentando su dependencia de la ayuda internacional.
El umbral de la pobreza está situado en disponer de menos de 3,2 euros por persona y día. La encuesta desvela que más del 50% de los hogares viven con menos de 2,4 euros al día y que el 76% de los sirios refugiados en Líbano lo hacen con menos de 3 euros diarios, empleando algo más de 35 euros en comida de los poco más de 80 euros mensuales, de media, de gasto por persona.
Inseguridad y vulnerabilidad en diferentes aspectos
A más del 90% de las familias les afecta de manera críticamente alta la inseguridad alimentaria, además de crecer la vulnerabilidad para otros aspectos como la obtención de la residencia legal, las dificultades para registrar sus matrimonios y en la búsqueda de trabajo diario, la escolarización de los hijos o el acceso a la sanidad, ha manifestado el portavoz de ACNUR.
Según los datos que arroja la encuesta, no llega al 20% de las familias las que tienen a todos sus miembros con residencia legal, un porcentaje que ha descendido respecto a 2016, aumentando, por contra, aquellas en las que ninguno tiene residencia legal. Solo un 26% de los encuestados, mayores de 15 años, no tienen residencia legal en Líbano. “Tomado en su conjunto, los resultados del estudio dibujan una imagen alarmante de las crecientes vulnerabilidades a las que se enfrentan los refugiados sirios en Líbano”, destaca Spindler, y continua diciendo que “tras siete años de crisis, dependen cada vez más de la ayuda humanitaria”.