La vicepresidente de Venezuela, Delcy Rodríguez, no entró en España porque la Policía lo evitó. Así lo ha confirmado el Ministerio del Interior dirigido por Fernando Grande-Marlaska. Lo que se hizo, señalan, fue “evitar como se hace habitualmente” que la número dos de Nicolás Maduro entrara en territorio español.
Sobre Rodríguez pesan sanciones de la Unión Europea que le prohíben entrar en territorio de cualquiera de los estados miembros. No obstante, fuentes ministeriales han indicado a Europa Press que no se tomó ninguna decisión sobre el viaje posterior de la Vicepresidente de Venezuela.
El avión privado en el que viajaba junto a Félix Plasencia, ministro de Turismo venezolano, hizo escala en la zona internacional del aeropuerto de Barajas durante la noche del domingo al lunes de la semana pasada. Sobre Plasencia no pesan sanciones de la UE y visitaba la feria FITUR.
Fuentes policiales han explicado a Europa Press que Rodríguez pasó la noche junto a su equipo en la sala VIP de la terminal privada de Barajas. Ya el lunes, pasaron a la Terminal 4 del aeródromo madrileño para tomar un vuelo comercial con destino a Doha, desde donde voló a Turquía. Según estas mismas fuentes, estuvo custodiada por policías de extranjería.
El encuentro con la vicepresidente de Venezuela duró “20 o 25 minutos”
José Luis Ábalos, ministro de Transportes, negó en un primer momento que mantuviera una reunión con la vicepresidente de Venezuela. Este domingo señaló que Marlaska le encomendó que recordara a Rodríguez la prohibición de entrar en suelo español.
Así, apuntó que, una vez que él se marchó, la policía condujo a la número dos de Maduro por los lugares “habilitados” en el aeropuerto. Además, dijo que su encuentro con ella duró “unos 20 ó 25 minutos”, por lo que no tuvieron tiempo “a tratar nada”.
Según la versión del titular de Transportes, fue al aeropuerto en su coche particular y subió al avión privado: “Me la presentaron y fue una situación un poco violenta”, concluyó.