Unas 200.000 personas, según la Delegación del Gobierno en Madrid, 670.000, según la organización, marcharon este domingo como una marea blanca unánime por el centro de la capital por la Sanidad Pública.
Cuatro columnas de gente que colmaron las cuatro grandes calles que confluyeron en la madrileña plaza de Cibeles. No eran sólo los ‘34 médicos’ comunistas que hacen falta para cubrir las recientes urgencias de Atención Primaria, como dice Isabel Díaz Ayuso.
Son decenas de miles de personas, comunistas o no, que reclaman respeto y defensa de la Sanidad Pública en la región.
‘Madrid se levanta por la Sanidad Pública. Contra el Plan de Destrucción de la Atención Primaria’, el lema bajo el que transcurrió esa Marea Blanca.
Ciudadanos, médicos, enfermeros y enfermeras, residentes, celadores, administrativos, familias… Todos unidos sin banderas, sin colores, sólo el blanco de la batas de los sanitarios defendiendo un “bien común” como es la Sanidad.
“Nos va la vida en ello”, proclamaban desde la organización. “Basta ya de tanta precariedad. La sanidad no se vende, la sanidad se defiende. Hay que revertir la situación y que la sanidad pública española sea la mejor en Europa y en el mundo” señalaba uno de los portavoces.
Para los profesionales, no les falta razón, se está devastando la sanidad pública con los recortes que se han llevado a cabo.
Y ponen claros ejemplos. “En 2003, teníamos una sanidad en la que se podía hacer una medicina preventiva en Atención Primaria, pero a partir de 2010 empezaron los recortes”, explican.
“Se acumularon pacientes, se hicieron lista de espera y esto hizo que se saturase el sistema. Ahora la situación es insostenible”, abunda una sanitaria.
Una Marea Blanca ciudadana
Pero las protestas no vienen sólo desde el propio sector. Los pacientes, los ciudadanos quieren respuestas. “Mi doctora tiene que tratar a un paciente en dos minutos, además atiende a las Urgencias. Pago los impuestos para que lo público sea lo más importante”, sostiene una paciente.
En este punto hay que detenerse para fijarnos en algo clave: esta protesta “se debe defender en las urnas”. Si se sale a protestar, a reivindicar una Sanidad Pública digna y a la altura de un país como España, y luego sigue ganando las elecciones quien la destroza, nada tiene sentido.
Así, desde la organización insisten en que la Comunidad de Madrid “lleva desde el 95 desmantelando la sanidad”.
“La pandemia ha sido la coartada perfecta para desmantelar sin ningún tipo de decoro la sanidad. Ha sido el escenario perfecto para desmantelar los servicios de Urgencia. La hoja de ruta de este gobierno popular es muy determinada, privatizar a toda costa”, explica Ana Encinas, portavoz de los convocantes.
“Llevamos dos años movilizándonos cada semana para conseguir un tejido social como este”, ha indicado.
Sin banderas ni colores políticos
Esta Marea Blanca, remarcan, “no tiene nada que ver con partidos políticos o sindicatos”. Prueba de ello es la presencia de numerosas organizaciones vecinales, entre ellas la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM).
No obstante, también han asistido representantes de formaciones políticas y sindicales.
Se repite, de este modo, pero con más fuerza y vigor, la manifestación en defensa de una sanidad pública “fuerte” que recorrió calles de Madrid hace apenas tres semanas.
Es, además, el preludio de la huelga convocada, a partir del 21 de noviembre, en la sanidad madrileña.
Así, una vez en Cibeles, los organizadores han denunciado “el plan de destrucción de la Atención Primaria” que ha impuesto el Gobierno de Ayuso.
Asimismo, reivindican el blindaje de la Sanidad Pública y revertir el modelo de privatización en la Comunidad.
Además, no ha faltado el homenaje a las personas fallecidas durante la pandemia después de que el Ejecutivo regional aprobara “los procedimientos de muertes que impedían llevar a los residentes de residencias a un hospital público”. “No son muertes, son asesinatos”, han lamentado.
