50 millones de euros desembolsó el Atlético de Madrid para hacerse con los servicios de Marcos Llorente. Fue el segundo fichaje más caro acometido por el club rojiblanco y parecía encajar a la perfección en el esquema de Simeone, pero, sorprendentemente, chupa banquillo, comentan en fichajes.net.
Formado en la cantera del Real Madrid, su contratación no estuvo exenta de polémica porque, precisamente, Marcos Llorente no dejaba la capital, pero cambiaba de colores. Para muchos en el Wanda Metropolitano es incomprensible que, dada su calidad, no entre en el equipo titular.
Alguna razón habrá, y entre ellas podría estar el gran rendimiento que está ofreciendo Thomas Partney, por lo que el hueco en el centro del campo que dejara Rodri tras su marcha al Manchester City parece estar lleno y no hay sitio para el nacido en Las Rozas de Madrid.
En cualquiera de los casos, los minutos jugados hasta ahora (182) no son suficientes para que se demuestre la valía del centrocampista cara a una titularidad de un club que aspira a ganar LaLiga y la Champions en esta temporada. Es un suplente de mucho valor.