Según señala el diario Clarín en su edición digital, Diego Armando Maradona, el mejor futbolista de todos los tiempos, ha fallecido.
El choque para la opinión pública en toda Argentina y en el resto del mundo ha llenado de estupor y sorpresa a periodistas, profesionales y ciudadanos de todo tipo. A la espera de saber las razones de esta muerte tan súbita, el mundo entero vive con el corazón en un puño.
A sus 60 años de edad, Maradona sufrió este miércoles un paro respiratorio, señala el digital.
El eterno ‘10’ permaneció diez días ingresado en una clínica de Buenos Aires a principios de este mes de noviembre. Sufría anemia, deshidratación y padecía un “bajón anímico”.
Al hacerle unas pruebas, se le diagnosticó un hematoma subdural. Debido a esto, se le operó. Tras su paso por el quirófano, el astro argentino se instaló en su casa de Tigre, al norte de la capital bonaerense. Finalmente, allí ha fallecido.
El pasado 30 de octubre, fecha de su cumpleaños, se dirigió al mundo en plena epidemia de coronavirus. A la postre han sido sus últimas palabras públicas.
“Quiero que todos los argentinos estén bien”, dijo entonces. “Tenemos un país hermoso y me da mucha pena cuando veo chicos que no tienen para comer. Yo sé lo que es pasar hambre, sé lo que se siente en la panza cuando no comés por varios días y eso no puede pasar en mi país”, añadía.
No vamos a entrar en su faceta como persona o cómo llevó su vida personal. No procede y menos ahora. Sin embargo, de lo que no hay duda alguna es de que se trata del mejor jugador de fútbol de todos los tiempos, con permiso de Pelé.
Maradona llevó a la selección albiceleste a lo más alto. En especial cuando pasó de futbolista a leyenda en aquel memorable encuentro frente a Inglaterra. Aquel doblete que marcó, incluido el gol de la mano de Dios. Y el mejor tanto de la historia tras recorrer desde el centro del campo con el balón pegado a sus botas haciendo infinitos recates.
Supuso la eliminación de los ingleses en cuartos de final. A partir de ahí, hasta conquistar el Mundial de México de 1986.
Apenas habían pasado cuatro años de la humillante derrota de Argentina en la Guerra de las Malvinas frente a Reino Unido. Aquella eliminatoria fue para el país una suerte de venganza.