Manos Unidas denuncia que la pobreza lleva nombre de mujer

Manos Unidas denuncia que la pobreza lleva nombre de mujer

Pobreza, hambre, exclusión y desigualdad se ceban más en las mujeres.
Con motivo de celebración del Día Internacional de la Mujer, Manos Unidas ha denunciado que las discriminaciones son mucho más graves en los países en vías de desarrollo, donde esa desigualdad marca la situación de las mujeres y las condiciones indignas de vida que se ven forzadas a llevar. Esta organización, fundada hace 59 años, promueve proyectos de desarrollo dirigidos especialmente a la mujer, tanto en trabajos en educación para el desarrollo, como línea transversal de sus proyectos cooperativos en el mundo. Del último año, ha llevado a cabo 68 proyectos de cooperación destinados a la mujer, por un importe de más de 4,4 millones de euros, un 12% de su inversión en proyectos de desarrollo.
Waldo Fernández, del departamento de Estudios y Documentación de Manos Unidas, afirma que “en nuestro trabajo denunciamos y damos a conocer las situaciones de desigualdad e injusticia que, por motivo de sexo, se producen en los países donde trabajamos. Pero también proponemos las posibles soluciones para erradicarlas, incluyendo de manera explícita en todas las actividades, los valores y criterios que fomenten la justicia y la igualdad entre hombres y mujeres”. Su compañera de departamento, María José Hernando, señala algunas cifras en lo que ha violencia contra la mujer se refiere. “Nos indigna saber que 66.000 mujeres son asesinadas anualmente en el mundo, y que, por ejemplo, en América Latina, cada día son asesinadas 12 mujeres por el hecho de serlo”.

La violencia contra mujeres se ejerce más en el ámbito del hogar
El 70% de las mujeres han experimentado violencia física y sexual por parte de un compañero sentimental en algún momento de su vida. La violencia contra las mujeres se ejerce más en el contexto del hogar. Manos Unidas señala que las mujeres tienen poca confianza los organismos oficiales cuando piden ayuda, y menos aún en los países en desarrollo. Según Hernando, “menos del 40% de las mujeres que sufren violencia buscan algún tipo de ayuda y, entre las mujeres que lo hacen, la mayoría recurre a la familia y amistades porque ya no confían en mecanismos oficiales, como la policía o los servicios de salud, y es ahí donde las ONG tenemos una responsabilidad enorme y un importante papel que cumplir”.
Cabe recordar que alrededor de 120 millones de niñas en todo el mundo han sufrido relaciones sexuales forzadas en algún momento de sus vidas, 200 millones de mujeres y niñas, la mutilación genital femenina, en su mayoría antes de cumplir cinco años. Más de 750 millones de mujeres se casaron con menos de 18 años, una práctica muy común en África occidental y central: una década siete están casadas o viven en pareja antes de los 15 años.

Víctimas de la trata
El 51% de las víctimas de trata de seres humanos a nivel mundial la sufren las mujeres adultas, y en conjunto, mujeres y niñas constituyen el 71%, siendo las menores casi tres cuartas partes de las víctimas infantiles de la trata, en su gran mayoría con fines de explotación sexual. Waldo Fernández asegura que “algunas características de las mujeres, como, por ejemplo, la orientación sexual, la discapacidad o la etnicidad, y algunos factores contextuales, como las crisis humanitarias, las situaciones de conflicto y posteriores al conflicto, pueden aumentar la vulnerabilidad de las mujeres ante la violencia”, que además suelen ser usadas como arma en los conflictos armados: “La violencia y las agresiones contra ellas se usan para intimidar, degradar, humillar y castigar a todos los enemigos”, señala Fernández.
En conflictos de baja intensidad también sucede este tipo de violencia, utilizando a las mujeres como esclavas sexuales para los combatientes. Recientemente, Manos Unidas, con la colaboración de la Agencia Catalana de Cooperación, ha iniciado un proyecto a tres años en San Martín Jilotepeque, Santa María de Nebaj y Nentón, en Guatemala, donde sufrieron las consecuencias del conflicto armado interno, violencia sexual y violencia institucional y de género en el contexto de las migraciones.

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