Vladimir Putin, presidente de Rusia, vuelve a tensar la situación y exhibe músculo con unas maniobras de las fuerzas de disuasión nuclear.
Él mismo ha supervisado esos ensayos de ataque “masivo” y que sería la respuesta ante una supuesta agresión externa, ha señalado el Gobierno ruso.
Así, las maniobras han consistido en ejercicios por tierra, mar y aire para comprobar el nivel de preparación de estos equipos.
Unas fuerzas de disuasión nuclear que Putin ha utilizado para amenazar con movilizarlas en el marco de la guerra en Ucrania, apunta un comunicado del Kremlin.
Según Moscú, los misiles balísticos y de crucero que se han lanzado alcanzaron con éxito sus objetivos.
Por otra parte, Sergei Shoigu, ministro de Defensa ruso, informó a su presidente de los preparativos para un ataque “masivo” en caso de una ofensiva nuclear enemiga.
Rusia viene sosteniendo que no será la primera en lanzar un ataque nuclear. En cambio, los gobiernos occidentales cuestionan sus advertencias acerca de un supuesto preparativo para utilizar una bomba sucia por parte de Ucrania.
Un extremo que las autoridades ucranianas consideran que es la excusa rusa para lanzar un ataque nuclear táctico.
Además, Putin ha ordenado el refuerzo de la seguridad en las infraestructuras de energía del país.
También sobre puntos clave para el transporte, tras la destrucción parcial del puente de Kerch y un supuesto plan de sabotaje en la central nuclear de Kursk.
Asimismo, el presidente ruso considera “muy alto” el riesgo de estallido de un conflicto a nivel global.
Acusa a la comunidad internacional de resistirse a asumir que el mundo es “multipolar”, utilizando todo tipo de métodos para impedir el ascenso a nuevos actores.
De este modo, los países occidentales imponen “sanciones unilaterales contra quienes no están de acuerdo con sus políticas”.
Además, alerta de que “no dudan incluso en cometer sabotajes”, en alusión a las “explosiones” en los gasoductos Nord Stream. Algo sobre lo que Moscú niega su implicación.
Asimismo, denuncia que Ucrania se ha convertido en “una herramienta de la política exterior de Estados Unidos”. También acusa de utilizar la zona para realizar “pruebas para experimentos militares y biológicos”.