Entre 600.000 y 700.000 personas, según Delegación del Gobierno, y un millón y medio, según los organizadores, salieron este sábado a reivindicar los derechos LGTBIQ+. Una manifestación del Orgullo 2022 también en protesta contra el “odio” hacia el colectivo.
El desfile ha recuperado el formato rodado, con 40 carrozas y se ha celebrado sin restricciones sanitarias, después de dos años de pandemia.
En cabeza, iba la manifestación reivindicativa con dos pancartas. Una, con el lema de la manifestación y otra con la reivindicación de un ‘Pacto Social y de Estado contra los discursos de odio’. Además, estuvo muy presente la bandera trans.
Tras la pancarta de cabecera, con el lema ‘Frente al odio: Visibilidad, Orgullo y Resiliencia’, marchaban las presidentas de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+) y de COGAM, colectivo LGTBI+ de Madrid –organizadoras de la manifestación–, así como Helena Dalli, Comisaria Europea de Igualdad, y activistas del colectivo LGTBI.
Así, Dalli explicó que están aquí para “celebrar los logros” pero también para “protestar” con el objetivo de que “nadie se quede atrás en la UE”.
Por su parte, Carmen García de Merlo, presidenta de COGAM, dijo que “nadie, ni personas ni instituciones” les van a “meter en ningún armario”.
Asimismo, Uge Sangil, presidenta de la FELGTBI+, criticó la decisión de José Luis Martínez Almeida, alcalde de Madrid, de no colocar la bandera LGTBIQ+.
Además, le advirtió de que “no será el Ayuntamiento de todos los madrileños” hasta que no haga políticas públicas para el colectivo LGTBIQ+.
Este mismo aviso lo ha hecho extensivo a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.
Sangil señaló que salen a las calles para “reivindicarse” y reivindicar los derechos LGTBIQ+. Al tiempo, para ponerse “de frente” contra aquellos que les quieren “repudiar” y “eliminar” sus derechos “para que no gobiernen y, donde gobiernen, hacerles frente”.
Así, este año, las principales reivindicaciones fueron la necesidad de mejorar y aprobar el actual Proyecto de Ley Trans y LGTBIQ+. También, impulsar el Pacto Social y de Estado contra los discursos de odio.