“Mala cosecha”, por Francisco Estepa Vílchez.

Francisco Estepa Vílchez.

Ahora que estamos en otro de los capítulos del proceso de privatización del sistema de comercialización eléctrico en nuestro país, habría que recordar que fue en 1997, durante el primer Gobierno del Partido Popular con José María Aznar, cuando se promulgó la Ley 54/1997 de 27 de noviembre del Sector Eléctrico​ y que liberalizaba el mercado eléctrico en España, lo que casualmente ha convertido a España en uno de los países con más compañías de suministro eléctrico por habitante del mundo.

La liberalización de la comercialización en el sector eléctrico es un logro de las políticas liberales que se apoya en la teoría de que el mercado y la libre competencia es lo mejor para asegurar los mejores servicios y los precios más competitivos. Obviamente, la realidad nos demuestra que esa teoría es incorrecta y que hoy pagamos más por la electricidad y los servicios no son mucho mejores que hace 25 años. Y digo todo esto, porque no voy a entrar en los argumentos complejos y difíciles de entender, con los que se nos intenta aburrir cuando pedimos explicaciones sobre lo que pagamos en nuestra factura de electricidad.

Sencillamente ahora tenemos, 25 años después, la mala cosecha de aquella victoria del PP en marzo de 1996. Un mercado eléctrico fruto de las políticas de un partido conservador liberal, que aprovecha cada vez que llega al Gobierno para intentar privatizar todo lo que puede. Lo estamos viendo con los sistemas sanitario y educativo en Andalucía con PP y Ciudadanos o en el resto de España, allá donde el Partido Popular gana unas elecciones con el apoyo de la ciudadanía, lo que le otorga toda la legitimidad para hacer sus políticas, aunque perjudiquen a la economía de las familias, a los que no pertenecen a la clase alta y a los jóvenes que cada día ven un horizonte más complicado fruto de estas políticas.

Si en España tenemos un sistema eléctrico que no nos gusta a la mayoría, es resultado de lo que votaron los españoles en las elecciones generales de 1996, que ganó Aznar y si tenemos una regulación laboral que perjudica claramente a los trabajadores, es por lo que votaron los españoles en las elecciones generales de 2011 y que dieron el Gobierno a Rajoy cuando Francisco Correa llevaba ya 2 años en la cárcel y Bárcenas aún no había empezado a contar como dirigentes del PP cobraban sobresueldos fruto de la corrupción. Lo que votamos, si importa y está claro que todos los programas políticos no son iguales. Veremos si muchos españoles siguen sembrando la semilla de las políticas del PP que tanto nos perjudican a la mayoría, mientras culpan a los demás cuando llega la cosecha.

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