También que se investigue el ataque con drones que sufrió a primeros de agosto.
A pesar de la “conspiración” y la “agresión permanente” de la que responsabiliza a la Administración estadounidense, Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, manifestó el pasado miércoles estar dispuesto a “estrechar la mano” de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, para “dialogar sobre los asuntos bilaterales”.
“Estaría dispuesto a estrechar la mano del presidente de los Estados Unidos, a sentarme a dialogar sobre los asuntos de las diferencias bilaterales y los asuntos de nuestra región que así sean considerados”, señaló. Y agregó: “¿Que tenemos diferencias presidente Donald Trump? Claro que las tenemos, pero son los diferentes los que deben dialogar”. A renglón seguido aseguró que Venezuela es un “país amigable” que “no odia” a Estados Unidos y que se presta a hablar con una “agenda abierta” y con “humildad” con el fin de alcanzar un entendimiento mutuo.
El presidente estadounidense ya había ofrecido reunirse con su homólogo venezolano. Durante su intervención en la Asamblea General de la ONU, el inquilino de la Casa Blanca de claro que el Gobierno de Venezuela podría ser derrotado con facilidad por el ejército.
Pese a la oferta de Maduro, este no ahorró críticas contra la Administración norteamericana, poniendo en cuestión las “amenazas” del presidente estadounidense contra el sistema internacional, así como la planificación de una “agresión” sobre Venezuela y dijo que su país se había negado históricamente “a rendirse a imperios esclavistas”.
El mandatario norteamericano valoró la situación del país caribeño de la que dijo que “es una desgracia” y sosteniendo que “todas las opciones están sobre la mesa, todas”. “Las más fuertes y las menos fuertes y ya sabéis a lo que me refiero con fuertes”.
Por otro lado, Maduro ha pedido a la ONU que haga una investigación independiente para aclarar las circunstancias del ataque con drones llevado a cabo el 4 de agosto en Caracas y depurar responsabilidades. El presidente venezolano responsabiliza del ataque a los opositores internos y a funcionarios de gobiernos extranjeros. “Venezuela está en el ojo de mira de una campaña política que parece no tener fin”, afirmó. A su criterio, el ataque “habría arrojado una masacre, el asesinato de todo el alto mando institucional, político y militar” con implicaciones más allá del país.
“Todas las investigaciones conducen a que el atentado terrorista se preparó, financió y planificó desde territorio de Estados Unidos”, aseguró el líder chavista. Su Gobierno habría enviado una queja “vía diplomática”, incluyendo los nombres y las pruebas sobre los presuntos responsables.
Durante su discurso, Maduro sostuvo que la de Venezuela es una “democracia constitucional, robustecida” y sacó pecho del desarrollo nacional, apenas mencionando la crisis interna que atraviesa el país. “Traemos buenas noticias del esfuerzo de recuperación económica nacional mediante un programa que logra posicionar las fases de crecimiento sostenible rumbo a un nuevo modelo social”, declaró.