Emmanuel Macron, presidente de Francia, decidió incluir los incendios del Amazonas en la agenda de la cumbre del G7 que hoy comienza en Biarritz. Esto ha provocado el enfado de Jair Bolsonaro, su homólogo de Brasil, quien a través de su cuenta en Twitter ha dicho que “el Gobierno brasileño permanece abierto al diálogo, basado en datos objetivos y respeto mutuo. La sugerencia del presidente francés de que los asuntos amazónicos se discutan en el G7 sin la participación de los países de la región evoca una mentalidad colonialista equivocada en el siglo XXI”.
Asimismo, Bolsonaro ha criticado que Macron esté tratando de “instrumentalizar” un asunto interno de Brasil y de otros países del Amazonas con el fin de “obtener ganancias políticas personales”. Además, ha denunciado que los países que aportan dinero para preservar la selva amazónica lo hacen no por caridad, sino para “interferir en nuestra soberanía”.
El mandatario brasileño ha admitido por primera vez que los agricultores podrían estar detrás de los incendios en el Amazonas. Previamente, había negado haber responsabilizado a las ONG ambientales de ser las instigadoras de los fuegos forestales. Reconoció que se basaba en sus conjeturas y desconfianzas, para luego afirmar que su gobierno está investigando los incendios.
Además, ha admitido, en un discurso retransmitido en Facebook, que la Administración brasileña no cuenta con los recursos necesarios para afrontar los incendios en la selva amazónica. Según el Instituto de Investigación Espacial de Brasil, en lo que va de 2019, los incendios se han incrementado un 83% en comparación con el mismo periodo de 2018.
Por el momento se han registrado casi 73.000 incendios, la cifra más alta desde 2013. Los satélites han contabilizado 9.500 sólo desde hace una semana.