Este martes, el Congreso ha avalado tramitar los nuevos impuestos a las energéticas y la banca que plantearon PSOE y Unidas Podemos. Como era de esperar, PP, Vox y Ciudadanos se opusieron.
Los partidos del gobierno de coalición han contado con el respaldo de socios habituales, aunque también de Coalición Canaria, BNG y CUP.
“Es justo pedir un esfuerzo ahora” porque “la inflación también genera ganadores y perdedores”, señaló Patricia Blanquer, portavoz fiscal socialista.
También retó a la oposición a “decidir de qué lado están, si de los que sufren, o de los que se aprovechan de los que sufren”.
Albert Brotan, diputado cupaire, indicó que está “a favor de los impuestos, más a favor todavía de la expropiación”.
Aludía, de este modo, a las ayudas que recibieron las grandes energéticas y financieras “que ahora no quieren poner de su parte”.
“Más justo sería recuperar el control público de estas empresas y nacionalizarlas”, apuntó.
Por su lado, Pablo Echenique, portavoz de la formación morada, sostuvo que los nuevos impuestos a las energéticas y la banca no amenazan su sostenibilidad.
Además, ha pedido a ambos sectores que “arrimen el hombro”. “Ser patriota es eso, no envolverse en una bandera gigante”, defendió.
A su vez, Txema Guijarro, su portavoz fiscal, avisó de que los márgenes empresariales se mantienen e incluso aumentan pese a la inflación.
Joan Margall (ERC), de su parte, ha pedido que los nuevos gravámenes sean permanentes mientras los beneficios sean extraordinarios.
Además, ha reclamado que se garantice que los nuevos impuestos no se repercuten en el consumidor.
Críticas a los impuestos a las energéticas y la banca
No del todo convencidos, han apoyado la tramitación PNV y Bildu, aunque exigen un acuerdo para aplicar la norma en las comunidades con régimen foral.
De hecho, si no es así, la formación jeltzale ha avisado de que contribuirán a tumbar los impuestos por la vía legal.
“O hay concertación foral o nos opondremos con todos los medios a nuestro alcance”, ha advertido Idoia Sagastizabal.
Ya había alertado acerca de que se pudieran impugnar los nuevos gravámenes y hubiera que devolver lo recaudado.
Además, ha criticado que el nuevo tributo “poco tiene que ver con beneficios extraordinarios”, como defiende la Comisión Europea.
Más bien, sostuvo, grava en función de las cifras de negocio y representa una prestación sobre venta.
Por parte de Bildu, Mertxe Aizpurua, su portavoz, lamenta que los nuevos impuestos a las energéticas y la banca “no son suficientes”.
Aseguró que se recauda “muy poco” porque en el caso de las energéticas se busca recaudar 2.000 millones de euros en dos años. En cambio, han ganado 11.000 millones en seis meses.
Para la banca, se pretende una recaudación de 1.500 millones también en dos años, cuando en 2021 tuvieron más de 20.000 millones de beneficio.
“Y eso sin olvidar los 60.000 millones del rescate”, remarcó.
¡Que paguen los Bancos y las Energéticas, tienen muchos beneficios extraordinarios!