Sobria de tus caricias, sin síndrome de abstinencia porque ya hace tiempo que te asumo distante, ya no me tiemblan las manos cuando te pienso, ya no veo fantasmas cuando me faltas, quizás sea hora de buscar otras caricias que me embriaguen, otras palabras que me hagan temblar.
Los relatos de Aina. “Sobriedad”, por Aina Rotger.
