Estoy sola en un bosque… ¿Dónde están los niños? Yo tenía una clase, íbamos de excursión y han desaparecido, tengo que buscarlos, pero esta todo oscuro, tanta vegetación, y se me han perdido, oigo voces lejanas, serán mis alumnos entre los matorrales… ¡Salid! ¿Dónde estáis? ¿Os habéis escondido? ¡No me hagáis esto! Y la voz sigue sonando, no, es un pitido que suena muy fuerte hasta que abro los ojos y veo el despertador, tengo que levantarme que me toca médico, otra vez soñando con los niños, ocho años jubilada y aún se me extravían. Me tengo que vestir que llegaré tarde para que me miren la espalda, tanto agacharme a jugar con los niños durante treinta años y la espalda duele, pero duele más haberlos perdido. Aún los sueño, aún me faltan. Ahora todo es distinto y busco en los nietos de las amigas un poco de lo que tenía, risas y llantos, juegos y emociones. Esas pesadillas… Habré comido algo que me ha sentado mal. Aún me faltan.
Los relatos de Aina. “Aún me faltan”, por Aina Rotger.
