Jeanine Áñez ya ha sido reconocida como presidente constitucional de Bolivia por parte de las Fuerzas Armadas bolivianas. Se dejó constancia en un solemne acto en el que también recibió el grado de capitán general y la orden del Gran Mérito Militar.
Carlos Orellana, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, presidió la ceremonia. También asistió Luis Fernando López, ministro de Defensa. Orellana subrayó el interés de los militares por garantizar la paz en el país y que se celebren nuevas elecciones.
La cúpula militar aconsejó a Evo Morales, ex presidente boliviano, que dimitiera después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) constató irregularidades en los comicios celebrados el 20 de octubre. El papel jugado por las Fuerzas Armadas en la crisis ha sido objeto de duras críticas tanto en Bolivia como en la comunidad internacional.
Por su lado, Áñez subrayó que “el reconocimiento de las Fuerzas Armadas a mi investidura como presidente constitucional y capitán general tiene un significado que va más allá de un acto protocolario”. “Representa la solidez de nuestra Constitución Política del Estado y el cumplimiento estricto y disposiciones de la ley organizacional de las Fuerzas Armadas”, prosiguió.
La nueva presidente, que ha renovado a buena parte de los mandos militares y de seguridad, agradeció especialmente al Ejército porque “no dudaron en salir” en los “momentos de mayor tensión” de la historia de Bolivia.
Igualmente, aseguró que con su simple presencia pública “contribuyeron en el proceso de pacificación en Bolivia” después del “fraude escandaloso” que es atribuido a Morales.