No cesan las movilizaciones en Hong Kong y van ya catorce semanas consecutivas de protestas. Los manifestantes han vuelto a tomar este sábado varias estaciones de metro, la red de transporte ferroviario (MTR) y algunos centros comerciales de ésta. Previamente, habían intentado colapsar el aeropuerto, pero la Policía se lo ha impedido.
En la estación de Tung Chung la policía ha amargado con varias cargas. La de Prince Edward permaneció cerrada ante la convocatoria de la manifestación. En la noche anterior se vivieron de nuevo actos violentos que fueron reprimidos con gas lacrimógeno y balas de goma.
En ese contexto, cientos de manifestantes, enmascarados y vestidos de negro –la vestimenda símbolo de estas movilizaciones- muchos de ellos, han asaltado estaciones de metro en la península de Kowloon este viernes por la noche, derribando carteles, haciendo fogatas y pintando grafitis. El gobierno, en un comunicado, ha calificado este comportamiento como “escandaloso”.
A pesar de que el pasado miércoles Carrie Lam, jefa del Gobierno de Hong Kong, retiró completamente el proyecto de ley de extradición, se mantienen las movilizaciones. Se ha llegado a paralizar la actividad en varias partes de la ciudad, respondiendo la policía con gas lacrimógeno, gas pimienta y cañones de agua.