La previsión de crecimiento del PIB de España para 2019 cae hasta el 2%, dos décimas menos, según el informe de estimación de las economías de la zona euro que la agencia de calificación crediticia S&P Global Ratings ha elaborado.
No obstante, se mantiene la proyección de crecimiento para 2020 en el 1,7%, mientras que las de 2021 y 2022 bajan hasta el 1,6%, una décima menos y dos décimas menos, respectivamente.
La tasa de desempleo, según S&P, sube una décima, hasta situarse en el 14%, mientras que cae otra décima para 2020, hasta el 13,2%. Igualmente, la previsión de paro para 2021 se mantiene en el 12,7% y sube una décima, hasta el 12,3%, para 2022.
La proyección de crecimiento de la economía española de la firma estadounidense queda una décima por encima de la estimada por la Comisión Europea, que a primeros de mes la situó en el 1,9% debido a los riesgos suscitados por la “elevada” incertidumbre.
Coincide S&P con la previsión de la Cámara de Comercio de España, que también la rebajó hasta el 2% hace dos semanas a causa de la moderación de la demanda interna.
La expansión prevista por el Gobierno de Pedro Sánchez estima un ritmo de crecimiento para 2019 del 2,1%, para luego caer hasta el 1,8% en 2020.
La agencia de calificación crediticia mantiene su pronóstico de crecimiento de la zona euro en el 1,2% en 2019, a la vez que mejora la de 2020 en una décima, hasta el 1,1%.
La estimación para Alemania se mantiene en el 0,5% de expansión en todos los horizontes en 2019 y 2020, e igual hace en el crecimiento previsto del 1% y el 1,1% para 2021 y 2022, respectivamente.
Respecto al crecimiento de Francia, lo sitúa en el 1,3% en los dos horizontes tanto para este año como para el próximo. Para Italia, sube la previsión una décima en 2019, 0,2%, y mantiene la de 2020 en el 0,4%.
Marion Amiot y Sylvian Broyer, economista jefa de S&P y economista jefe para Europa, Oriente Próximo y África, respectivamente, han señalado que “Francia y España seguirán rindiendo mejor que la media gracias a sus economías más orientadas a los servicios, mientras que Alemania e Italia, más dependientes de las exportaciones manufactureras para crecer, seguirán sufriendo por la débil demanda externa”.