Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, ha cargado contra su predecesor, Enrique Peña Nieto, tras la detención de su exministro, Salvador Cienfuegos, en Estados Unidos.
López Obrador ha calificado de “narcogobiernos” los periodos en los que algunos de sus antecesores dirigieron el país.
El pasado 16 de octubre, en el aeropuerto de Los Ángeles, resultó detenido el general Salvador Cienfuegos, exsecretario de Defensa Nacional de Peña Nieto. Antes, lo fue Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, en el Ejecutivo de Felipe Calderón.
Y ahora, el presidente mexicano afirma que “si no se trata de un narco Estado, sí se podría hablar de un narcogobierno. Y, sin duda, de un Gobierno mafioso”, afirmo en rueda de prensa en el Palacio Nacional.
López Obrador manifestó también que eran una “vergüenza para el país” las detenciones de García Luna y Cienfuegos. En cambio, pidió que nadie se equivoque “porque así no son la mayoría de los mexicanos”.
No se investigó en México porque no había denuncia, explica López Obrador
Aun así, el presidente mexicano señaló que serán los tribunales quienes determinen si actuaban, “por cuenta propia”, o si había “contubernio” con los expresidentes Calderón y Peña Nieto.
López Obrador, ha explicado que en México no se les investigó porque “no había ninguna denuncia”, afirmó. “Nosotros no encubrimos a nadie”, dijo. “Yo me debo al pueblo. Mi amo es el pueblo de México, y no le voy a fallar”, ha afirmado.
El presidente de México, desvinculó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de la posible conducta delictiva de Salvador Cienfuegos, acusado en Estados Unidos de proteger a un cartel de las drogas.
Cienfuegos ha sido detenido presuntamente por “proteger y ayudar al cártel mexicano H-2 a cambio de sobornos”.
Además, una Fiscalía de Estados Unidos le acusó de tres delitos presuntamente relacionados con la “producción, tráfico y distribución de estupefacientes” y de un cuarto vinculado con el “blanqueo de capital”.