En la sesión de control al Gobierno de este miércoles, Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, ha insistido en que el límite al gas se aprobará el viernes.
Además se hará simultáneamente en España y Portugal. Aún queda la aprobación final de la Comisión Europea, pero mostró su confianza en que se dará el visto bueno a la excepción ibérica.
En ese sentido, aseguró que han trabajado “con nuestros colegas portugueses en unos detalles técnicos que, a veces, pueden resultar un tanto complejos”.
“Una vez superada toda esta etapa, esperamos poder aprobarlo el viernes de forma simultánea en Portugal y en España”, explicó.
Luego, se remitirá “inmediatamente a la Comisión, que debe adoptar formalmente una decisión del colegio de comisarios para hacerse efectiva la aplicación de este mecanismo”.
De este modo, se podrá poner ese límite al gas para contener su precio en la generación de electricidad en la Península Ibérica.
El límite al gas da estabilidad
Asimismo, indicó que esta medida da “estabilidad con respecto al precio al que se recibe el gas en el sistema eléctrico”. Con todo, precisó, el coste del gas por encima de ese límite reduce de manera muy significativa los beneficios de las compañías y tecnologías cuyos costes están muy por debajo de eso”.
Por su lado, Idoa Sagastizabal, diputada del PNV, ha hecho un llamamiento a Ribera para aprovechar para abordar una reforma profunda del mercado eléctrico español.
A su juicio, la medida de poner límite al gas es “coyuntural” y hay que adoptar otras de mayor calado, como reformar la tarifa regulada.
De ese modo, no quedaría indexada solo al mercado mayorista y contaría con una parte vinculada al mercado a plazo.
Siguiendo esa línea, apuesta por “facilitar liquidez al mercado a plazo, que necesita que el mercado eléctrico salga de ese círculo vicioso”.
Una situación en la que se encuentra “con respecto o a las empresas dominantes y sus contratos interna grupos”. Esto hace que, dijo, “todo se dirima entre ellas y que el mercado a plazo no tenga liquidez”.
En consecuencia, criticó, “las empresas no pueden acudir a él a cerrar sus posiciones a largo plazo y tener precios competitivos y estabilizar sus costes”.