Finalmente, ha habido acuerdo entre los partidos de la coalición de Gobierno, ERC y Bildu para sacar adelante la Ley de Vivienda.
Con ello, la nueva norma incluirá una rebaja del concepto de gran tenedor, que pasa de tener en propiedad diez inmuebles a cinco.
Además, se amplía la declaración de zonas tensionadas del mercado de alquiler, en las que se limitan los precios.
En este sentido, según el acuerdo, se mantiene el máximo de subida en el 2%, para pasar al 3% en 2024 y, en el futuro, se creará un nuevo límite.
Concretamente, la Ley de Vivienda deja de referenciar al IPC las actualizaciones anuales de las rentas de los alquileres.
Según los grupos parlamentarios proponentes, la inflación “ha demostrado ser un índice que puede generar en pocos meses fluctuaciones enormes”.
El objetivo, en cualquier caso, es que la referencia que se tome sea más estable y por debajo de lo que evolucione el IPC.
A su vez, “todos” los contratos de alquiler en áreas tensionadas se regularán y limitarán, tanto para grandes como para pequeños tenedores.
Igualmente, será efectivo para los inmuebles que ya están en el mercado de alquiler como en nuevos contratos.
Así, los máximos se fijarán por una indexación a la renta anterior y en función de la modalidad de contrato y propiedad para los pequeños propietarios.
Respecto a los grandes tenedores, esos topes se establecerán mediante la aplicación del índice de contención de precios para este colectivo.
De este modo, se hace posible sacar adelante una de las normativas clave de la legislatura y que formaba parte del acuerdo de coalición.
En las últimas semanas, Unidas Podemos venía presionando al PSOE para terminar de aprobar la nueva ley. Tras varios acercamientos, se necesitaba, no obstante, consensuar posturas con el bloque de investidura, algo que ahora se materializa.
Así, se salva el bloqueo a una Ley de Vivienda que llevaba más de un año bloqueada en el Congreso.