A partir de la noche del martes al miércoles también se aplicarán las nuevas restricciones de movilidad en las ciudades de León y Palencia. El coronavirus no da tregua y la evolución de la epidemia en ambos municipios ha llevado a que la Junta de Castilla y León aplique las restricciones establecidas en la orden ministerial.
Así lo ha anunciado Verónica Casado, consejera de Sanidad regional, en declaraciones a los medios en esta mañana. Las medidas afectan a la movilidad para salir y entrar en León y Palencia y serán de aplicación a partir del 7 de octubre.
Los servicios jurídicos de la Junta de Castilla y León mantuvieron una reunión para fijar la hora del cierre de ambos municipios.
Casado destacó en su comparecencia que las medidas de restricción se aplican “para la protección de la salud”. Detalló que ya se lo han comunicado a los alcaldes de las ciudades afectadas por la elevada incidencia acumulada en los últimos 14 días.
Cabe reseñar que en la capital de Palencia ya se aplicaron restricciones desde el pasado 24 de septiembre para contener la ola de contagios. Sin embargo, no estaba restringida la movilidad, medida que a partir de mañana sí entrará en vigor.
Castilla y León votó a favor de las restricciones en el Consejo Interterritorial
Precisamente, Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, fue el único de los jefes de Ejecutivos regionales del PP que votó a favor de la propuesta del Ministerio de Sanidad en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema de Nacional de Salud.
Mientras que Fernando López Miras, presidente de la Región de Murcia, se abstenía, Andalucía, Ceuta, Galicia y Madrid votaban en contra. Y eso que Isabel Díaz Ayuso, jefa del Ejecutivo madrileño, había aceptado previamente el contenido de la orden ministerial tras su reunión con Salvador Illa, ministro de Sanidad.
Por último, destacar que el Gobierno de Madrid recurrió ante la Audiencia Nacional y pidió la suspensión cautelar de las medidas. Sin embargo, ninguno de los barones populares secundó la iniciativa y Ayuso se quedó sola, tan solo con el respaldo de Génova.