“Las elecciones presidenciales en EEUU, un proceso de gran condicionante internacional”, por Alfredo Liébana Collado.

Alfredo Liébana Collado.

En un mundo tan interconectado como el actual las elecciones presidenciales en la gran potencia de EEUU no nos puede en absoluto resultar ajena. En política internacional hemos visto como su planteamiento de apoyo al libre comercio eliminando aranceles tiene muchas contradicciones, como son por ejemplo las relacionadas últimamente con España y no con otros países, realizándose una política proteccionista sobre el vino y el aceite, entre otras, luego más parece que en lo fundamental sólo resulta ser un planteamiento teórico como  presión para que eliminen los aranceles los demás para poder introducir sus productos.

Algunas de sus variables sociales y electorales son de difícil comprensión en Europa, así como por ejemplo, la libertad de portar armas como un reflejo esencial de la libertad individual, lo que se traduce en un riesgo permanente de una mayor violencia entre sus ciudadanos, y un sobredimensionamiento de la industria armamentística que trae a su vez como consecuencia el permanente papel de guardián exterior en su área de influencia de la política internacional.

Analizando su modelo electoral sorprende en Europa que exista una financiación pública de las candidaturas electorales que sólo es utilizada por grupos pequeños de nula presencia al plantearse unos controles administrativos, razón por la cual los grandes partidos optan por una financiación privada sin condicionantes. Además el proceso electoral se produce en día laborable, razón por la cual el voto por correo cobra una vital importancia.

La distribución poblacional, así como el diferente tamaño de los Estados, son otras variables que sorprenden por su heterogeneidad: desde las ciudades muy pobladas como Nueva York con casi 9 millones y Los Ángeles con 4, pasando sólo por 11 ciudades que alcanzan el millón de habitantes; respecto a la distribución en los Estados, California concentra casi 40 millones, Texas 30, Florida 22, Nueva York 20 y otros tres Estados lo hacen entre 12 y 13, mientras hay 5 que tienen menos de un millón del total de los 52 Estados. Resumiendo, las grandes ciudades están habitadas por unos 100 millones habitantes, mientras las pequeñas ciudades suman más de 200 millones.

Al estudiar el sistema de elección presidencial, se observa que es un proceso indirecto, eligiéndose en cada Estado unos electores para un colegio electoral que a su vez serán los que elijan en segunda instancia al presidente, en cada Estado el partido que gane se lleva todos los votos de los electores del Estado, razón por la cual ganar en los Estados pequeños cobra una gran importancia. Al analizar la distribución territorial de los procesos electorales previos para elegir los electores en condados sorprende una distribución territorial de una heterogeneidad muy grande, favoreciendo como resultado una presencia de electores que no es proporcional a la población y que tienden a ser homogéneos socialmente. La distribución social tiene unos significativos condicionantes por su origen anglosajón, negro o hispano, siendo determinantes para los resultados la presencia de cada minoría en cada Estado, por ejemplo los hispanos tienen una fuerte presencia en los Estados más cercanos a la frontera de México y en Florida por la emigración cubana. Consecuencia de todas estas variables es que el resultado de la elección presidencial puede no ser coincidente con las mayorías ni de los electores por Estado, ni del voto popular. El número de electores en el colegio electoral es de 538. Es coincidente con el número total de miembros del Congreso (435) más los miembros del Senado (100).

Mapa de las circunscripciones electorales de Estados Unidos.
Mapa de las circunscripciones electorales de Estados Unidos.

En este proceso electoral se elige además un tercio del Senado y la totalidad del Congreso, multitud de cargos en los niveles federal, estatal y local. Los miembros de la cámara de representantes son elegidos por voto popular mayoritario en cada circunscripción. Se dan algunas peculiaridades entre los electores ya que los que han estado presos pierden su derecho a voto, resultando en los últimos procesos nada menos que 6 millones de personas. Tienen dificultades para obtener las credenciales de votación más de 21 millones. Los lugares de votación por su dispersión y la identificación para ejercer el derecho a voto son también causa de dificultades para votar.

El Partido Demócrata es apoyado por los sindicatos, las minorías negras, y en menor medida por la hispana, los judíos, electores urbanos y la población joven. El Partido Republicano pide impuestos más bajos, mercado libre, derecho a tener armas, desregulación de los sindicatos y restricciones en la inmigración y el aborto, siendo apoyado por capas medias blancas conservadoras, otros blancos no hispanos, sectores militares e industriales, además del electorado más religioso, especialmente protestante. La participación en los procesos electorales de las minorías étnicas es muy variable, lo que condiciona sustancialmente los resultados. Los demócratas son habitualmente mayoritarios en el voto por correo.

Las elecciones se realizan el martes siguiente al primer lunes de noviembre. En esta elección es el 3 de noviembre de 2020.

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