Las dificultades de los ciegos para votar

Las dificultades de los ciegos para votar

Están aún por resolver las dificultades de los ciegos para ejercer plenamente su derecho al voto en las elecciones municipales tanto por correo como presencial. En cumplimiento o de la Constitución y de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad que ratificó España, José Luis Rodríguez Zapatero aprobó en 2007 un real decreto en ese sentido poniendo a disposición de los ciegos un paquete compuesto por sobres de cada candidatura en Braille que se solicita al Ministerio del Interior y posteriormente se enviará al colegio electoral, informa eldiario.es.

Sin embargo, esta ley hace referencia sólo a las elecciones generales, autonómicas y europeas. Meritxell Aymerich, responsable de la Asociación Catalana para la Integración del Ciego, ACIC, señala que “las municipales, por haber candidaturas diferentes en cada localidad, son más costosas de gestionar. Entonces, se quedó en suspenso, a la espera de ver cómo funcionaba el método. Fue bien. Sólo el primer año vigente, 2008, solicitaron el kit 1.600 personas. Pero seguimos esperando”.

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, INE, son de 2008 y reflejan que había más de 979000 personas con discapacidad aunque no todas eran mayores de edad y con derecho a voto. “Ya no nos gustó nada que en 2007 quedarán fuera las municipales”, explica Aymerich. “Nos costó cuatro años que todos los partidos se pusieran de acuerdo en una cosa tan simple como un voto accesible y secreto. Hubo que buscar que se hacía en otros países, cogimos el modelo de Alemania para el Senado y de Suecia para el Congreso y parlamentos autonómicos. Ahora sería cuestión de ampliarlo y que se encargarán los ayuntamientos. No es un gran coste, en cada municipio serán unas pocas personas”, añade.

Algunos ayuntamientos, por su cuenta, han querido llevar adelante esta iniciativa, pero la Junta Electoral no ha unificado el criterio. Es el caso del Ayuntamiento de Barcelona, donde Ada Colau, su alcaldesa, pidió en marzo que se aprobara una instrucción para que hubiera disponibles papeletas en Braille. En cambio, la junta electoral respondió que estaba regulado por el real decreto 2007 y que, por tanto, “cualquier modificación de ese procedimiento exigirá la modificación de dicha disposición, cuya competencia es exclusiva del Gobierno”.

Pero ahí no acaba. Cuatro localidades catalanas lo han solicitado y lo han conseguido. Se trata de Ripollet, Cubelles, Cerdanyola del Vallès y Palau Solità i Plegamans. No han recibido notificación alguna de la Junta. Según ha dicho Fran Sánchez, concejal de la coalición Decidim Ripollet, “sabemos que es un acto de desobediencia, pero lo aprobamos y, aunque no se hubiesen prohibido, hubiésemos tirado para adelante”. La propuesta se hizo desde la mesa de trabajo de diversidad funcional y se llevó al Pleno. Una vez cerradas las listas, se prepararon los sobres en Braille y en los días previos al 26 de mayo serán revisados por personal del ayuntamiento y de los partidos que se presentan.

Cuatro personas con discapacidad visual solicitaron ejercer su derecho al voto de este modo. Cuando lleguen a su colegio electoral dispondrán de una sala para que, en intimidad, seleccionen su papeleta. “Lo hicimos pensando que serían dos o tres, pero ya con sólo una hubiese sido un éxito”, explica Sánchez.

Con el voto por correo también hay dificultades. El caso que relata eldiario.es sucedió en Madrid. El kit sí llega a los colegios electorales, pero no se puede pedir desde casa. La persona a la que le ocurrió es “ciego casi total”. Los problemas surgieron a la hora de rellenar el formulario. En una primera ocasión lo hizo mediante la web del Instituto Nacional de Estadística, pero no pudo presentarla porque no coincidían la fecha del documento con la de cuando acudió a la oficina. De manera presencial, no podía rellenar la solicitud porque “ellos no me podían ayudar, decían que les estaba totalmente prohibido”, por lo que tuvo que recurrir a un señor “que me ayudó a sacar de papel, porque el panel es táctil”. Por fin, recibió ayuda después de acordarlo con la dirección del sector de Correos.

En este organismo argumentan que los trabajadores sí tienen competencia para hacerlo si la persona afectada “no sabe o no puede escribir o firmar” y siempre que se acredite debidamente la identidad. Desde ACIC señalan que cuando se produce una circunstancia así desde Correos se amparan en una normativa interna que no les permite rellenar documento alguno de un solicitante.

A juicio de Aymerich, el voto por correo podría adaptarse al presencial de forma que se eliminaran dificultades. “Se podría hacer igual, como se hace en muchos países, que te enviaran el kit a casa si lo solicitases. Algunas personas, de hecho, ya piden que les llegue así la papeleta aunque voten presencialmente, porque les costaría menos manejar la documentación. No lo pide tanta gente y sería sencillo”, indica.

En Correos aconsejaron a la persona invidente que pidiera ayuda a algún voluntario de la ONCE. Desde esta organización señalan que sí hay voluntarios disponibles en la Fundación para trámites como éste, aunque apuntan que “¿cuánta gente vota por correo? Hay que hacer una serie de adaptaciones, pero primero se han hecho las que afectan a la mayoría”. Con todo, admiten que “el voto que recibes en casa no es accesible” y entienden que hay “varias alternativas con las que la persona ciega se puede apañar”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *