La vida no vale nada en la República Centroafricana

La vida no vale nada en la República Centroafricana

Los enfrentamientos en República Centroafricana (RCA) entre comerciantes y grupos de autodefensa se han saldado con, al menos, 35 muertos y decenas de heridos, según datos de Cruz Roja. Los hechos ha tenido lugar en un barrio de Bangui, la capital del país.

23 de los fallecidos eran civiles y 12, combatientes. La cincuentena de heridos han sido trasladados a diferentes centros y hospitales para ser atendidos.

Los enfrentamientos comenzaron tras la quema de varias tiendas en el mercado Mamadou Mbaiki por la disputa del pago de impuestos que exigen los grupos de autodefensa en el barrio PK5. En éste ya han tenido lugar otros incidentes violentos en los últimos años.

La Misión Unidimensional Integrada de Naciones Unidas para la Estabilización en RCA (MINUSCA) ha condenado los incidentes. “La MINUSCA pide a los protagonistas que cesen inmediatamente las hostilidades y muestren contención para evitar un nuevo recrudecimiento de la violencia, con consecuencias desastrosas para la población civil”, señalan en un comunicado.

En el documento se anuncia el envío de “una fuerza de reacción rápida para contener la situación” así como refuerzos. También hace un llamamiento a los líderes y autoridades para buscar “una salida rápida a la crisis”.

Indican que “Naciones Unidas recuerda a los beligerantes la necesidad imperiosa de no impedir el acceso humanitario para ayudar a las víctimas” e insisten en que la organización “está preparada para utilizar todos los medios necesarios para proteger a los civiles”.

MINUSCA insta a la población “a no recurrir a la justicia popular contra los protagonistas”. Asimismo, pide a los grupos de autodefensa con el fin de que “integren los programas de reducción de la violencia comunitaria”.

La capital de República Centroafricana es mayoritariamente cristiana, mientras que el barrio PK5 es de mayoría musulmana. El lugar ha sid escenario de enfrentamientos entre grupos de autodefensa, así como entre estos y los grupos anti balaka, cristianos.

Varios grupos se organizan para proteger a los residentes del barrio en contra de los intentos de desalojo. En cambio, la MINUSCA acusa a estos grupos de extorsión y de la comisión de actos violentos contra la población civil.

Desde finales de 2013 viene produciéndose los enfrentamientos entre el Gobierno y los antiguos rebeldes Séléka –musulmanes- y las milicias anti balaka.

A principios de febrero de 2019, Faustin-Archange Touadera, presidente de RCA, firmó un acuerdo de paz con catorce milicias. Se contemplaba el cese inmediato de los enfrentamientos, el desarme y la reinserción de los combatientes.

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