Federica Mogherini, alta representante para la Política Exterior de la UE, ha señalado que el bloque comunitario ha reaccionado de forma firme y rápida respecto al ataque de Turquía contra posiciones kurdas en Siria. Es una desestabilización más en la región y podría perjudicar los avances hechos contra el Daesh.
Reiteró que “nuestra postura sobre la intervención militar está clara, hemos pedido que se detenga porque las consecuencias pueden ser peligrosísimas”, exigiendo el cese inmediato de la ofensiva militar turca en territorio sirio. Estas críticas han suscitado el chantaje de Erdogan.
Mogherini insistió, siguiendo lo expresado por Jean-Claude Juncker, en que Turquía recibe la misma ayuda de la UE que otros países que acogen refugiados y que “va a seguir este apoyo y vamos a seguir respetando los acuerdos que firmamos”.
Con todo, Juncker, presidente de la Comisión Europea, también señaló que “si las autoridades turcas esperan a que la UE financie cualquier especie de zona de seguridad en el norte de Siria, sus expectativas van a quedar insatisfechas”, subrayó.
La UE no financia actividades no respetuosas totalmente con los derechos de poblaciones locales ni apoya crear zonas de seguridad “cuando pueden ser objetivo y objeto de cambios de equilibrios demográficos a base de una intervención militar sin base jurídica”. Es más, agregó la alta representante, “tengo dudas personalmente de que vaya a ser una zona segura”.