El crecimiento económico de España avanzará más de lo esperado según la Unión Europea que prevé que el PIB subirá un 2,3% en 2019 y un 1,9% el que viene. Y todo ello a pesar de la incertidumbre política interna y externa. La fortaleza de la inversión ha llevado a un buen arranque del año y a que la economía española crezca por encima de la zona euro.
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Con todo, la Comisión Europea es prudente, ante un escenario de inflación exigua que resulta preocupante. De hecho, la previsión para el conjunto de la zona euro es que se incremente el 1,2% este año y el 1,4% en 2020, una décima menos que en las anteriores prospecciones. El contexto internacional no ayuda con la políticas proteccionistas de Donald Trump y su enfrentamiento con China que han terminado afectando la industria europea.
A ello se une la inestabilidad en Oriente Medio –Irán- que podría provocar a una subida del precio del petróleo. Y dentro del bloque comunitario, el Brexit sigue sin estar resuelto. La pérdida de confianza de los empresarios y los síntomas de agotamiento de la industria podrían extenderse a otros sectores, afectando al mercado laboral, al consumo privado y, en consecuencia, al crecimiento.
Lo cierto es que la economía española avanza a pesar de la inestabilidad política. Tal es así que Pierre Moscovici, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, ha señalado que “las previsiones se han hecho con solidez y la evolución económica es buena. No es la primera vez que hay incertidumbre en España y, aun así, progresa”. Con todo, fuentes comunitarias alertan de que mantienen paradas reformas pendientes.
También se confirmaba que la subida del salario mínimo interprofesional no ha tenido impacto negativo, a pesar de que la Comisión había calculado que dejarían de crearse 70.000 puestos de trabajo en dos años como consecuencia de esta medida. Sin embargo, Moscovici admite: “Todo está en las cifras”, pero España sigue creciendo. A pesar de ello, aún es pronto para hacer una formulación completa. Lo cierto es que, según los datos disponibles, se ha creado más empleo de lo esperado y que puede que haya habido un “impacto positivo” sobre la renta disponible, la corrección de desigualdades y el ahorro.
Las cifras hablan por sí solas: en el primer trimestre, el PIB creció un 0,7%, a la vez que se espera que en el segundo el incremento sea del 0,6% y que en los dos últimos trimestres del año el crecimiento sea del 0,5%. Es cierto que las exportaciones han bajado, pero también las importaciones, por lo que el saldo del sector exterior resulta positivo. Igualmente, la inversión en maquinaria y vivienda compensa el solo ligero aumento del consumo.
Por el contrario, las otras tres grandes economías de la Unión Europea muestran signos de estancamiento. Italia, a pesar de la corrección en las medidas de expansión fiscal del Gobierno italiano, impuesta por Bruselas, apenas crecerá un 0,1% en 2019 y un 0,7% en 2020. Alemania sufrirá la debilidad del sector industrial, avanzando sólo un 0,5% este año y un 1,4% el que viene, una décima menos que en la previsión de mayo. Por último, el crecimiento económico de Francia será de un 1,3% en 2019 y un 1,4% en 2020.
Es una satisfacen que la UE confie en una previsión de crecimiento economico en España. ¡¡ Adelante socialistas, lo estáis haciendo bien !!