Estos días hemos visto como Ortega Smith disparaba un arma, solo para el ejército en una base militar, vestido de abogado y sin permiso de armas, con un odio evidente acompañado de una subida brutal de adrenalina.
Todo esto además de ser un delito me parece una provocación ridícula, lo que si me asusta es pensar en él porqué de este acto de demostración de fuerza.
Llevo unas semanas recibiendo insultos en redes sociales por ser mujer y socialista, comentarios hirientes que no vienen a cuento en una democracia, la derecha no está dispuesta a rebajar su ritmo y no sé hasta dónde están dispuestos a llegar.
El 23 de febrero es una fecha muy significativa y sinceramente no veo fuerza en Felipe cómo para frenar otro golpe de Estado.
Por eso pienso que al igual que en otros países, deberíamos de ilegalizar el fascismo franquista, no creen en la democracia no creen en la igualdad, ni tan siquiera en la libertad sexual de las personas.
Esta reflexión me ha costado muchísimo plasmarla dado que no es políticamente correcta, es simplemente la percepción de una mujer de izquierdas, progresista que respeta otras ideas pero nunca el odio y la venganza, que gestan y reproducen estos partidos políticos, llenos de personas con un solo fin, EL ODIO AL DIFERENTE.