La política monetaria no debe reaccionar de forma precipitada por las perspectivas a corto plazo de la economía, ha señalado Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal estadounidense, Fed, en un discurso en Nueva York. “Somos conscientes de que la política monetaria no debería reaccionar a ningún dato individual o a un cambio de la confianza a corto plazo”, subrayó.
Si se hiciera, ello supondría “añadir todavía más incertidumbre a las previsiones”, aseguró. Además, indicó que ha aumentado la incertidumbre por las disputas comerciales y los datos disponibles han “renovado” la preocupación acerca de la fortaleza de la economía global.
De ahí que el organismo monetario haya cambiado su discurso desde su última reunión de la semana pasada, anunciando que deja de ser “paciente” y que observa “de cerca” las consecuencias de los nuevos datos cara a las perspectivas económicas. “La pregunta a la que nos enfrentamos mis colegas y yo es si estas incertidumbres seguirán lastrando los pronósticos y, por tanto, piden que haya una política acomodadiza adicional”, detalló.
En el último cónclave de la Fed se decidió mantener los tipos de interés en Estados Unidos en una horquilla de entre el 2,25% y el 2,5%, pero no fue una decisión unánime, porque James Bullard, presidente del Banco de la Reserva Federal de San Luis, votó a favor de rebajar los tipos.
La Reserva Federal ha sido muy educada en su opinión sobre Trump, pero es que que este señor admite tantos calificativos que sería imposible decirlos todos de manera educada.