Desde 2007 no se superaba en España la media de la OCDE en la presión fiscal. Lo ha hecho en 2018, al situarse en el 34,4%, un aumento de siete décimas comparado con 2017. La presión fiscal del club de los países ricos fue, el pasado año, del 34,3%.
La presión fiscal española relaciona el peso de los impuestos y las cotizaciones a la Seguridad Social con el tamaño de la economía de España. Ese aumento de siete décimas supone también el cuarto mayor incremento en los países de la zona euro y la mayor de las economías de la región.
En el ejercicio 2017, la recaudación fiscal supuso el 33,7% del PIB. Partiendo de ello, la OCDE considera que el mayor peso de los ingresos corresponde a la Seguridad Social, que se situó en el 34%, frente al 26% de la media de la organización.
Los impuestos sobre la renta de las personas físicas representaron el 21,8%, mientras que la media de la OCDE se situó en el 23,9%. Además, respecto al impuesto de sociedades, este supuso el 6,8%, cuando en el club de los países desarrollados representó el 9,3%.
La contribución de los impuestos sobre la propiedad supuso el 7,5% de la recaudación fiscal, mientras la media de la OCDE fue del 5,8%. El IVA, por su lado, representó en España el 19,1% de los ingresos del Estado, por debajo del 20,2% de la organización. Por último, el resto de impuestos quedaron dos puntos menos que la media de la OCDE, hasta el 10,2%.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico señala que la presión fiscal en las economías avanzadas permanece “virtualmente sin cambios”, situándose en 2018 en el citado 34,3%, frente al 34,2% del año anterior.
Según la OCDE, se observa un frenazo en las subidas de años anteriores debido a la reforma fiscal de Estados Unidos, cuya presión bajó hasta el 24,3% en 2018, cuando en 2017 era del 26,(%, y se convierte en su nivel más bajo desde 2012.
También descendió la presión fiscal en otros 14 países miembros de la organización, como el caso de Hungría, donde más se redujo (-1,6%), o el de Israel (-1,4%). En cambio, subió en Corea del Sur (+1,5), donde más aumentó, seguida de Luxemburgo, con un alza de un 1,3%.
Francia, Dinamarca y Bélgica son los países donde más presión fiscal existe, con un 46,1%, 44,9% y 44,8%, respectivamente. Por contra, en México, Chile e Irlanda es donde menor presión hay, con 16,1%, 21,1% y 22,3%, respectivamente.