El juez que lleva el caso de Ángel Boza ha decretado su ingreso en prisión ya que considera que el modus operandi del sujeto tras cometer el hurto y proceder a su huida reviste “peligrosidad en sí”, ya que para consumar su acción se generó una situación de violencia ocasionando lesiones a terceros. La pena que le corresponde podría consistir entre dos y cinco años de prisión.
“Existe un peligro cierto de elusión de la acción de la justicia por la sucesiva concatenación de asuntos que penden sobre el aquí detenido», ha expresado el juez en su escrito.
El magistrado considera que existen todos los supuestos para que Boza entre en prisión ya que en su actuación “aceleró violentamente, dio un volantazo, llegó a invadir el carril contrario del parking e impactó en el costado del cuerpo del vigilante, ocasionándole lesiones». Es más, cuando ya existe una condena anterior por lo que considera el magistrado que puede haber reiteración delictiva.
Recordemos que el detenido está condenado a nueve años de prisión por un delito de abuso sexual en los Sanfermines de 2016. Además de ello, en sus antecedentes constan delitos contra la seguridad del tráfico y la seguridad vial.
LA PELIGROSIDAD DE ÁNGEL BOZA FUE UNA DE LAS RAZONES PARA ENVIARLO A PRISIÓN
