Durante 40 años, Andalucía fue tratada como el cortijo de los señoritos que aprovechaban el poder de la dictadura para mirar desde el caballo a los ciudadanos y ciudadanas, pero aquello empezó a cambiar con la llegada de la Democracia y hoy seguiría cambiando, si la abstención impulsada por la nueva derecha y un pacto con la ultraderecha peligrosa, no hubiese impedido volver a gobernar al partido más votados por los andaluces y andaluzas. La estrategia del Partido Popular consiguió que muchos trabajadores y trabajadoras votaran con las tripas y no con la cabeza y hoy lo sufrimos todos en sanidad, educación, servicios, etc.
Si llevamos un año viendo como la coalición del PP y Ciudadanos en Andalucía está significando no solamente el cambio del logotipo de la Junta, sino el debilitamiento del modelo social construido por los gobiernos socialistas anteriores, el último capítulo ha sido la salida del líder de VOX en Andalucía por un asunto de 2,5 millones de € investigado por la fiscalía y la consecuente debilidad que supone para el Gobierno andaluz, que no estaría ahí sin el apoyo del ahora ex dirigente de la formación de ultraderecha. Es curioso que ahora el PP no exige que dimita, por lo que conservará su acta de diputado, su sueldo, sus dietas y seguirá “aforado”. Que tiempos en los que el PP y Ciudadanos criticaban los aforamientos, pero ahora necesitan al “aforado” para seguir en el poder.
Desde el primer momento, la coalición de la derecha formada por Ciudadanos y PP, apoyada por VOX, se olvidó de sus promesas electorales y donde por ejemplo prometía 600.000 empleos ya se pueden olvidar quienes votaron al PP y creyeron en su palabra, salvo que tengan relaciones con ambas formaciones o quieran ser vigilantes de playa. La política del Presidente Moreno Bonilla no sólo brilla por su interés en colocar a los cercanos al PP o a su familia, de ahí todos los escándalos que tiene sobre la mesa y que sería lo menos grave, sino fuese por los continuos recortes en financiación, como por ejemplo en educación y universidades públicas o en los planes de empleo, mientras bajan los impuestos a quienes tienen fortunas, que esto sí que nos perjudica a todos.
Andalucía está sufriendo un retroceso social que aún creo que no somos capaces de valorar en su magnitud. Un retroceso que tardaremos muchos años en volver a recuperar, sobre todo por la situación económica global derivada del COVID-19 y esto me lleva a pensar que durante muchos años recordaremos todo el daño que el virus, Juan Manuel Moreno Bonilla y Juan Marín están haciendo en Andalucía y si la vacuna contra el virus depende de los científicos, la vacuna contra las políticas de la derecha, la tienen en sus manos los ciudadanos y ciudadanas. Las pandemias paramos juntos.