Somos el segundo país de esta organización con más pobres en edad de trabajar.
En su informe Perspectivas de Empleo 2018, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, recomienda que España aborde una reforma laboral que aumente el periodo de preaviso de un despido pero que también reduzca el importe de las indemnizaciones. “Una reforma que aumente el periodo de preaviso, compensado con una disminución de la indemnización, permitiría al iniciar la activación durante el preaviso sin aumentar el coste para las empresas”.
Mantiene que la reforma laboral de 2012 contribuyó aumentar el empleo y a combatirla arraigada segmentación del mercado laboral y se reforzó la capacidad de los empresarios para resistir las adversidades del mercado. Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, ha declarado en rueda de prensa que “España perdió mucho tiempo para llevar a cabo las reformas necesarias”.
Se está creando empleo
Igualmente, afirma que España está creando medio millón de empleos al año gracias a la reforma interna entrada por Rajoy, mejorando en 10 puntos porcentuales la tasa de paro. “Las cifras muestran que nos movemos en la buena dirección”.
La organización indica la pobreza es una fuente de inquietud en España, en referencia a la calidad del empleo y que la proporción de personas en edad de trabajar con menos del 50% del ingreso medio para vivir es del 15,9%, por detrás tan solo de Grecia. El alto desempleo y la elevada cantidad de contratos temporales llevan a que el nivel de seguridad laboral de los trabajadores sea el segundo más bajo de toda la OCDE, con un 17,5%, frente al 4, 9% de la media de esta organización, solo mejor de Grecia que tiene un 22,7%. Igualmente, señala qué es el cuarto país con mayor incidencia en tensión laboral, un 35%, mientras que la media de la OCDE es del 27,5%.
Empleos de baja calidad
Gurría admite que “puede que no sean empleos de la mejor calidad”, pero que es mejor un empleo precario que ninguno y que la reforma laboral es “responsable de la parte positiva, de la creación de empleo”, así como que la capacidad de los trabajadores en adecuarse a la nueva demanda del mercado es una parte que debe ser tenida en cuenta.
Así, es de vital importancia seguir con el esfuerzo reformador, en especial mediante el desarrollo y coordinación de políticas de activación regionales y la mejora en su observación y evaluación. Stefano Scarpetta, director de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales, puso en valor el reciente acuerdo logrado por los agentes sociales para subir los salarios “dentro de lo factible”, destacando que, en los años precedentes a la crisis, España había perdido competitividad y era preciso abordar una corrección salarial y aumentar la productividad.