La OCDE advierte de la desaceleración mundial

La OCDE advierte de la desaceleración mundial

La desaceleración sigue siendo una amenaza para la economía mundial y así lo ha advertido la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, en la actualización de septiembre de su informe bianual Perspectiva económica.

Así, ha rebajado las perspectivas de crecimiento para 2019 y 2020. Para este año, revisa a la baja el incremento del PIB mundial en tres décimas, hasta el 2,9%. Para el próximo año, el ajuste es de cuatro décimas, hasta situarlo en el 3%.

Este organismo ha señalado que “las perspectivas mundiales se han vuelto cada vez más frágiles e inciertas”, así como que los riesgos a la baja “siguen amontonándose”. Entre las razones, la “intensificación” de las tensiones de las políticas comerciales. Esto afecta “cada vez más” a la confianza y a la inversión.

Si a eso se añade, continúa diciendo la OCDE, la incertidumbre política, se afecte al sentimiento de riesgo de los mercados financieros, poniendo “en peligro” las perspectivas de un crecimiento futuro.

El organismo con sede en París hace una rebaja generalizada de las previsiones. De este modo, calcula que la zona euro vera crecer su PIB conjunto un 1,1% en 2019 (-0,1) y en 2020 será cuatro décimas menor, hasta el 1%.

Entre las razones que están detrás de esta revisión de la eurozona se encuentra en, especialmente, el bajo crecimiento de Alemania, que lo hará en un 0,5% este año (-0,2). Francia ha conseguido mantener su crecimiento en el 1,3%, al igual que Italia, que se estanca y mantiene las previsiones.

Lo que respecta al próximo año, se prevé que el PIB alemán será del 0,6%, seis décimas menos que la previsión anterior. Francia crecer a una décima menos que la perspectiva previa, y lo hará en un 1,2%. El crecimiento de Italia será dos décimas menos que el previsto, hasta el 0,4%.

Estados Unidos cerrará 2019 con un crecimiento del 2,4%, en vez del 2,8%, y en 2020 lo hará en un 2%, tres décimas menos que la estimación previa. Reino unido, por su lado, crecerá un 1% en 2019 (-0,2) y un 0,9% (-0,1) en 2020.

Sube, en cambio, la previsión para Japón, que crecerá el 1%, tres décimas más, en este año y se mantiene la previsión del 0,6% para 2020. Entre los países emergentes y en desarrollo, China también verá que se contrae su crecimiento, hasta el 6,1% en 2019, una décima menos, y un 5,7% en 2020, tres décimas menos.

Turquía, por su lado, registrará una contracción de tres décimas en este año, aunque mejora en 2,3 puntos porcentuales respecto al anterior cálculo. En 2020 el 1,6% previsto se mantiene.

La nueva devaluación del peso argentino está detrás del aumento en nueve décimas que se prevé que se reduzca el PIB de Argentina, que bajará un 2,7% en 2019. También la inflación elevada y los controles de capitales influyen en este retroceso. Para 2020, el ajuste es de 3,9% a la baja, hasta una caída del 1,8%.

La OCDE sostiene que “la política fiscal debería ayudar a elevar el crecimiento a corto plazo haciendo uso de los excepcionalmente bajos tipos de interés, especialmente a través de medidas de gasto como una mayor inversión en infraestructuras que eleve la demanda a corto plazo y beneficien el crecimiento a largo plazo”.

Coincide, así, con el análisis del Banco Central Europeo que insiste en que sus medidas tendrán una mayor repercusión si son apoyadas por medidas fiscales y reformas estructurales.

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