Una niña llamada Isla, que tiene solo dos años de edad, sufre una extraña enfermedad por la que sus células envejecen de manera acelerada, según explican en Qué. La menor vive en Leicester, Reino Unido, y padece displasia mandibulocral, una dolencia genética, relatan sus padres, Stacey Kilpatrick y Kyle Screaton.
Su caso es único en el mundo y los médicos admiten que tuvieron que recurrir a Google para obtener información relacionada con la enfermedad. De hecho, algunos estudios señalan que hay mucho riesgo de que la niña muera de una enfermedad cardíaca o renal o por diabetes.
“No pueden decirnos cuándo, ni si va a pasar y no hay ningún tipo de guía o red de apoyo para nosotros”, ha dicho la madre. La menor presenta una tez pálida, con las vías respiratorias estrechas y la mandíbula pequeña. Todo ello hace que respire con dificultad y se comunique con lenguaje de signos.
Incluso, a causa del pequeño tamaño de la mandíbula, la lengua bloqueaba las vías respiratorias cuando lloraba, lo que obligó a los médicos a practicarle una traqueotomía, lo que ha llevado a que ahora Isla ya no puede llorar.