La muerte de la muerte

Carolina Gutiérrez Montero.

Por Carolina Gutiérrez Montero (investigadora biomédica)
Este es el título del último libro de José Luis Cordeiro y David Wood que presentaron recientemente en la Universidad de Deusto. Realmente el título completo sería La muerte de la muerte. La posibilidad científica de la inmortalidad física y su defensa moral.
Ya el título en sí puede arrojar cierta inquietud, pero lejos de ella debemos relajarnos en su lectura y abrir nuestra mente a la posibilidad de que la muerte en unas décadas sea algo opcional. O si lo prefieren y de forma menos transgresora a la posibilidad de detener el envejecimiento.
José Luis Cordeiro, cada vez más conocido en ámbitos internacionales estudió ingeniería en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) en Cambridge y dentro de su dilatada carrera ha sido director del Club de Roma (de la parte de Venezuela, su país de origen), de la Asociación Transhumanista Mundial y del Extropy Institute. Profesor invitado en múltiples universidades, es autor de más de una decena de libros tocando desde la economía hasta la tecnología en sus múltiples áreas. Actualmente es miembro de la Academia Mundial de Arte y Ciencia, Vicepresidente de Humanity+, director del Millennium Project y director ejecutivo fundador de la Red Iberoamericana de Prospectiva (RIBER).
Su compañero de viaje en esta nueva aventura literaria es David Wood, uno de los pioneros de la industria del smartphone cofundador en 1988 de Symbian, el famoso sistema operativo adquirido luego por Nokia. Fue responsable tecnológico de la consultora Accenture Mobility, donde impulsó iniciativas de negocio relacionadas con la salud, y ha publicado varios libros sobre el cambio tecnológico. Es codirector junto con Cordeiro del Millennium Project en Londres y secretario de Humanity+.
Realmente hablar de la muerte de la muerte, plantearse ¿es inevitable morir? es entrar de lleno en paradigmas religiosos, traspasar fronteras…es entrar en ese deseo de supervivencia e inmortalidad que todos alguna vez hemos imaginado y que anida en un pequeño rincón de nuestra mente.
Cordeiro y Wood opinan y plantean en este libro que debemos empezar a dejar de tener miedo a ese concepto de la inmortalidad, porque “el hecho incontrovertible de la muerte ya puede rebatirse desde fundamentos científico-técnicos”.
En este libro, dividido en 9 capítulos, prologado por Aubrey de Grey (uno de los mejores científicos del mundo en el campo del envejecimiento) y con un epílogo del conocido jurista Antonio Garrigues Walker, nos introduce en conceptos como que la vida apareció para ser vivida y no para morir y que todo futuro depende totalmente de nosotros.
Como decía al principio debemos leerlo dejando a un lado todo tipo de prejuicios y pensando en todos los avances científico/tecnológicos que se encuentran ya entre nosotros, avances que crecen a un ritmo exponencial y que ya hacen que podamos ver la importancia que puede llegar a cobrar la inteligencia artificial en nuestras vidas, la impresión de órganos 3D, la regeneración de tejidos, la pluripotencialidad de las células madre para dar lugar a uno u otro órgano o tejido…
Desde el punto de vista del control del envejecimiento los avances en terapias genéticas, inmunológicas y celulares nos han permitido descubrir en modelos animales, que este retraso en el envejecimiento es posible. Que se pueden detener por tanto las enfermedades relacionadas con la edad y que lo importante es como dice la investigadora María Blasco, “envejecer joven”.  A principios del siglo pasado la esperanza de vida no iba más allá de los 40 años, hoy es de 83 años, es por tanto bastante optimista el pensamiento de que en pocos años tengamos una esperanza de vida de unos 140 años. El futuro ya es presente.
Los autores apuntan a que hacia el año 2045 gracias a todos los avances científicos que están por llegar, la muerte será opcional. “Después de 2045 es el fin de la edad humana, de todo lo que conocemos. Básicamente, es borrón y cuenta nueva. Después de la singularidad tecnológica vamos a pasar a la edad post humana, de humanos básicamente inmortales, humanos básicamente superinteligentes. Es otro mundo nuevo”.
Habrá que ir poco a poco, paso a paso y confiando en los avances que nos vaya deparando el trabajo de los científicos. Mientras tanto si quieren, por ser cautos, dejemos a un lado el concepto transgresor de la inmortalidad. Cada día en el mundo mueren más de 150.000 personas por causas asociadas al envejecimiento. Pensemos en las posibilidades que conlleva enlentecerlo, en detener todas las enfermedades asociadas a la edad gracias al avance de las tecnologías de rejuvenecimiento biológico. Mientras que estas tecnologías llegan, ayudemos nosotros a enlentecer nuestro propio envejecimiento: no fume, consuma una dieta equilibrada y no muy abundante y evite el sobrepeso.
Y si finalmente llega la muerte de la muerte, como apuntan los doctores Cordeiro y Wood ya será elección de cada uno si quiere vivir eternamente o no.

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