Se han llevado a cabo decenas de encuestas distintas.
En prácticamente todas las encuestas que se han realizado recientemente con motivo del posible adelanto electoral, el PSOE aparece como primera fuerza política. De hecho, los sondeos sitúan a los socialistas con el 24% de los votos, al PP, con el 21%, Ciudadanos, 18%, Unidos podemos, 15%, y Vox, 11%.
El movimiento del electorado hacia la derecha parece evidente, sumando los tres partidos prácticamente el 50%, cuatro puntos más que en las elecciones generales de 2016. Por contra, la unión de PSOE y Podemos quedaría por debajo del 40%, es decir, perdería cuatro puntos porcentuales desde los últimos comicios.
Hay dos razones que explicarían ese giro a la derecha. Por un lado, que algunos votantes, alrededor del 1% según el CIS, han cambiado su voto del PSOE a Ciudadanos. Por otro, los votantes de izquierda pueden estar desmovilizados, lo que explicaría también la rotunda derrota en Andalucía. Desde el Gobierno esperan poder reactivar a sus votantes cuando se convoquen las elecciones, pero debe considerarse el peligro que entraña un llamamiento a las urnas cuando el electorado está desmotivado.
Así las cosas, todo apunta a una mayoría de derechas como resultado más probable, aunque no necesariamente muy probable, un detalle que podría resultar crucial para la conformación de gobierno. Si se cumplen los pronósticos, el PSOE obtendría 105 escaños, el PP, 86, Ciudadanos, 65, Podemos, 41, y Vox, 26. De este modo, las tres derechas sumarían 176 diputados, pero no es seguro, puesto que la más leve desviación podría hacerles perder esa mayoría.
Por otro lado, dos grandes alternativas pasan necesariamente por el PSOE, que además de convertirse en bisagra, sería necesario para conformar un Ejecutivo si las tres derechas no obtienen la mayoría suficiente para formarlo. Este es el escenario en el que Pedro Sánchez podría ganar una investidura con los mismos apoyos con los que ganó la moción de censura. Pero se abre otra: sumar con Ciudadanos. En ese caso, estaríamos hablando de 170 escaños.
El equilibrio de los cinco partidos es muy frágil y cualquier cambio puede decantar las mayorías hacia un lado u otro. Basta con que Vox logre el 13% de los sufragios, supuestamente arrancados al PP y Ciudadanos, para alzarse con 40 diputados y sumar a la derecha hasta lograr los 182 asientos. Pero, por otro lado, si la izquierda se activa en torno al PSOE y este obtuviera el 27% de votos y las tres derechas cayeran tres puntos, la suma de PSOE y Ciudadanos se pondría en 180 escaños, holgada mayoría para una investidura, y, si el acuerdo es con Podemos y los nacionalistas, la cifra se elevaría a 189.
Las encuestas dan como ganador de la elecciones generales al PSOE.Pero el peligro está en los escaños que saque VOX y que los «trillizos de Aznar «se unan consiguiendo mayoría absoluta. Espero que esto no ocurra como en Andalucía, ya que seria un retroceso, y todo lo que se ha conseguido durante nuestra joven democracia desaparecería poco a poco si VOX interviniera políticamente , una España en blanco y negro,sobre todo si VOX entra en el Parlamento donde querrá imponer su ideario ultraderechista. Es lo que se puede percibir ,lancemos nuestras plegarias para que esto no ocurra, no queremos una nueva España derechista-franquista en nuestro país. Lo ideal seria acuerdos entre PSOE y Cs para formar gobierno, descartemos al PP. que se ha radicalizado tornándose ultraderechista. VOX se ha beneficiado de muchos de los votantes que votaban al PP. Desgraciadamente la ultraderecha sigue viva en nuestro país y en toda Europa. Nada más hay que ir a Francia con Le Pen a la cabeza de la ultraderecha para comprobarlo, pero en Francia la ultraderecha es civilizada, mientras que en España es rancia.