Parece que la crisis política en Italia ha llegado a su fin después de que el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y el Partido Demócrata (PD) anunciaran que han alcanzado un acuerdo para formar un Gobierno con Giuseppe Conte como primer ministro. De este modo, se evita también la convocatoria de elecciones anticipadas.
“Le hemos dicho el presidente de la República que hay un acuerdo político con el PD para que Giuseppe Conte pueda recibir de nuevo el encargo de primer ministro”, aseguró Luigi di Maio, líder del M5S en una comparecencia pública. La continuidad de Conte en el cargo era el principal escollo para un pacto por parte de los socialdemócratas, que retiraron su veto al primer ministro, dimisionario, en la tarde del martes.
Por su lado, Nicola Zingaretti, secretario del PD, señaló que aceptaban “la propuesta del M5S de indicar el nuevo primer ministro”. Adelantó que los dos partidos encontraron puntos en común, entre ellos, aprobar políticas económicas a favor de la igualdad social y la protección del medio ambiente. “Creemos que vale la pena intentar esta experiencia. Queremos poner fin a la etapa del odio, rencor y miedos”, dijo.
Con todo, los frentes siguen abiertos y no hay todavía fumata bianca. Más aún teniendo en cuenta que ahora la formación grillina exige una vicepresidencia, pero los demócratas entienden que ese cargo debe ser para un miembro del PD.
Otro asunto conflictivo es la intención del M5S de consultar a sus afiliados mediante la plataforma Rousseau cualquier pacto a futuro. Este sistema es opaco y a través de él el partido de Di Maio gestiona la mayoría de las decisiones. “Sólo sea el voto es positivo”, se apoyará la propuesta, ha dicho el líder grillino en el blog oficial de la formación.
Matteo Salvini, que provocó la crisis política, reaccionó bramando que “60 millones de italianos son rehenes de cien parlamentarios que tienen miedo de dejar su sillón”.