Corea del Sur considera la posibilidad de que las prohibiciones de importar determinados materiales de alta tecnología de Japón pudieran afectar a otras empresas tecnológicas a nivel internacional, teniendo en cuenta a Samsung en Austin (Texas), tal como ha hecho referencia un responsable del Ejecutivo surcoreano.
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Ha insistido el alto cargo del Gobierno de Seúl que Japón está dando pasos inconscientes en relación a los principios de la Organización Mundial del Comercio y ha indicado que, según los surcoreanos, prefieren arreglar las diferencias mediante el diálogo.
En este aspecto, ha subrayado que si Japón es capaz de sacar a Corea del Sur de su “lista blanca”, esa decisión provocaría “una tremenda cantidad de problemas”.
Las diferencias entre Corea del Sur y Japón se remontan a noviembre de 2018. El Tribunal Supremo dictó una sentencia mediante la cual Japón debía compensar a varios trabajadores surcoreanos, a los cuales se les obligó a trabajar en una empresa nipona en la Segunda Guerra Mundial. Unos días después, llegó otra sentencia en la misma dirección.
Tras ello, el Ejecutivo japonés ha tomado la decisión de restringir las importaciones de algunos materiales de alta tecnología a Corea del Sur, aclarando los medios nipones que esas restricciones son como consecuencia de que Corea de Sur habría exportado estos materiales tecnológicos a Corea del Norte, actuando contra las sanciones internacionales del régimen de Pyongyang.
Por su parte, el Ejecutivo de Seúl ha negado que se hayan realizado exportaciones de estos materiales, mostrando la intención de abrir una investigación al respecto y ha indicado que las restricciones son una represalia de Tokio por las sentencias judiciales que obligan a compensar a los trabajadores.