De acuerdo con el último avance del Banco de España, la economía española crece un 0,4% en el cuarto trimestre y un 2% en el conjunto del año. Este porcentaje es una décima menos comparado con el crecimiento del pasado año y una décima menos de la previsión del Gobierno.
En su informe trimestral, el organismo regulador señala que detrás de la ralentización está el peor comportamiento del contexto exterior y la falta de dinamismo de la demanda interna. Sobre todo, se debe al agotamiento del consumo de bienes duraderos. Este se paralizó durante la crisis. También, la incertidumbre, que está afectando a la inversión empresarial.
La formación de Gobierno es pieza clave para el Banco de España cara a reforzar la etapa expansiva. Un Ejecutivo que adopte medidas dirigidas a corregir el déficit público estructural y a que se retomen las reformas precisas con el fin de incrementar la productividad y la capacidad de creación de empleo.