La desnutrición en Burundi aboca a los niños a la muerte

Además, les castiga la malaria.
La ONG World Vision ha alertado del mayor riesgo de morir por ciertas enfermedades, como la malaria, que sufren los niños en Burundi por los altos niveles de desnutrición, publica Europa Press. Hoy se celebra el Día Mundial del Paludismo y Beate Niyungeko, enfermera de esta organización, que ve a diario filas de menores enfermos de malaria que padecen desnutrición, explica que “sus cuerpos están más débiles y no son capaces de hacer frente a otras enfermedades”. Marie-Aloys, otra enfermera, señala que el número de veces que alguien sufre malaria es un reflejo de la falta de alimentos que padece, destacando que “donde uno encuentra desnutrición, encuentra malaria. El principal problema al que nos enfrentamos es que las mismas personas que se han recuperado vuelven con malaria”.
19 millones de casos de malaria se han diagnosticado en Burundi entre 2015 y 2018. Su población es de 10,5 millones de habitantes y en 2017 hubo 6,4 millones de casos en su mayoría, niños. La ONG señala que 2,6 millones de personas sufren inseguridad alimenticia y que la malaria se expande con más facilidad, provocando un incremento de la mortalidad entre quienes padecen ambas, hambre y la enfermedad. “Malaria y desnutrición se convierten en una espada de doble filo que lleva a millones de niños a la muerte”, se lamentan. World Vision tiene varias iniciativas puestas en marcha para luchar contra el problema, como repartir redes antimosquitos y paquetes nutricionales -para los menores de dos años-, así como programas de capacitación para voluntarios de forma que puedan identificar y tratar casos moderados. La organización ha recogido casos como el de Marie-Spes, para poner nombre a este cruce mortal entre malaria y desnutrición. Esta mujer perdió a uno de sus hijos, de 5 años, por esta causa y ha estado a punto de perder a otra: “Me asustaba el hecho de que ella pudiese morir”, reconoce al hablar sobre su pequeña, de un año. En otro caso, una niña de 11 años, Belyse, cuenta que en su colegio suelen faltar muchos compañeros porque están enfermos. Esta menor vive en una de las áreas más afectadas y ha sufrido malaria varias veces. En su casa, la mayoría de sus hermanos, siete, han padecido esta enfermedad en 2018 y su abuela murió a causa de ella hace unos meses. “El sábado pasado, en un poblado cercano, una de mis compañeras de colegio falleció por culpa de la malaria”.