La cumbre Trump-Putin coloca la estabilidad política y el libre comercio contra las cuerdas

La cumbre Trump-Putin coloca la estabilidad política y el libre comercio contra las cuerdas

Se celebró ayer en Helsinki.
El palacio presidencial de Helsinki fue el escenario que acogió ayer la cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin, presidentes de Estados Unidos y Rusia, respectivamente, que ha mantenido pendiente a todo el planeta. Ambos mandatarios llegaron por separado y fueron recibidos individualmente por Sauli Niinisto, presidente de Finlandia y el encuentro dio comienzo alrededor de las 13:00, hora peninsular española.
La reunión a puerta cerrada entre ambos líderes, en la que sólo estuvieron ellos y sus intérpretes, duró más de dos horas y fue seguida de un almuerzo de trabajo previo al cual el presidente estadounidense declaró a los medios que “ha sido un buen comienzo”, a pesar de las habituales tensiones entre ambos países. Antes, habían entrado juntos al palacio presidencial con semblante serio y se saludaron posando para los fotógrafos, momento que Trump aprovechó para felicitar a Putin por el Mundial de Fútbol que se ha celebrado en Rusia.
El magnate estadounidense señaló que en esta cumbre tenían, después de unos años en que no se han llevado bien, la “gran oportunidad” de hablar “con franqueza”. “No llevo aquí demasiado, pero me acerco a los dos años y creo que terminaremos con una relación extraordinaria”, comentó. Uno de los asuntos a tratar era el de las armas nucleares, acerca del cual el mundo quiere que ambos países “se lleven bien”. “Somos dos grandes potencias nucleares. Tenemos el 90% del arsenal nuclear y eso no es bueno. Es algo malo”, subrayó.

Sin compromisos de futuro
Ambos líderes valoraron positivamente su encuentro en un proceso de normalización de las relaciones, deterioradas en los últimos años. No hubo comunicado final ni compromisos para el futuro, así como tampoco discusión alguna sobre las discrepancias ni referencia a los asuntos que han llevado a ese deterioro en las relaciones bilaterales. Los mandatarios lanzaron algunas ideas de cooperación, entre ellas apoyar a Israel a mantener su seguridad y cooperar y mantener la comunicación entre sus militares en Siria. No obstante, no se despejo ninguna incógnita y siguen siendo las mismas.
La anexión de Crimea por parte de Rusia fue el punto de inicio del deterioro de esas relaciones entre los gobiernos ruso y estadounidense. A ese respecto, Trump no se pronunció y fue Putin quien zanjó el asunto: “Trump habla de la ilegalidad de la incorporación de Crimea a Rusia. Nosotros tenemos otro punto de vista. Hubo un referéndum de acuerdo con la ONU. Es una cuestión cerrada”.

Injerencia en las elecciones presidenciales
Respecto a la “injerencia rusa” en las elecciones presidenciales de 2016, en Estados Unidos, el presidente norteamericano parecía que se ponía en contra de los servicios de seguridad de su propio país, calificando de “desastre” la investigación del fiscal Robert Mueller. Incluso, llegó a quejarse de que dicha investigación “ha tenido consecuencias negativas sobre las relaciones de las dos primeras potencias nucleares del mundo”. “Hicimos una campaña extraordinaria y es la razón por la que soy presidente”. Putin respaldó las palabras de Trump. “He tenido que repetir lo que ya he dicho varias veces. El Gobierno ruso no se ha inmiscuido jamás ni tiene intención de inmiscuirse en los asuntos internos de Estados Unidos, incluido el proceso electoral”, aseguró el mandatario ruso, tildando de “absurda” la idea de que Rusia hubiera conspirado durante la campaña presidencial.
Hubo algunas propuestas de cooperación, como en regular los mercados energéticos del petróleo y del gas de lutita. “Podríamos trabajar de manera constructiva para regular los mercados internacionales, porque no estamos interesados en una baja extrema del precio”, dijo el Putin, a la vez que aseguraba el tránsito del gas ruso por Ucrania. “Estamos dispuestos a prolongar el contrato de tránsito que expira el año próximo si el contencioso entre las partes comerciales es regulado por la Corte de Arbitraje de Estocolmo”. En ese punto, Trump no habló en la rueda de prensa sobre el gasoducto Nord Stream 2 que tanto criticó ante Angela Merkel.

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