La compra de niños migrantes en México

La compra de niños migrantes en México

Madres solteras migrantes habrían sido abordadas en México, en concreto en Tijuana, por grupos de hombres con la intención de comprar a sus hijos y, así, mejorar sus posibilidades de cruzar de manera segura en la frontera hacia Estados Unidos, según han señalado directores de los refugios, los propios migrantes y las autoridades policiales de la ciudad mexicana.

Estos hombres actuarían basándose en la creencia de que un documento legal de décadas de antigüedad, el llamado acuerdo de Flores, establece que los niños migrantes sólo pueden ser detenidos por un corto espacio de tiempo bajo custodia en la frontera estadounidense. En consecuencia, deberían ser liberados junto con su padre o tutor, con quien se supone cruzaron, hasta que se resuelvan sus solicitudes de asilo.

Es habitual que los migrantes detenidos son la frontera con sus hijos permanezcan así durante unos días, algo que no sucede con los adultos solteros, que podrían pasar meses detenidos. Ya desde junio de 2018, las autoridades fronterizas estadounidenses han venido alertando de esta práctica fraudulenta. No obstante, los críticos con el sistema migratorio en Estados Unidos consideran que es una exageración.

Con todo, las autoridades en Tijuana avisan a las madres migrantes para que mantengan cerca y supervisados a sus hijos. Alguna de éstas han presenciado cómo grupos de hombres que merodeaban por el refugio preguntaban a las mujeres para ofrecerles comprar a sus hijos, aunque ninguno hizo oferta alguna a ella.

Según esta testigo, los hombres han llegado a ofrecer alrededor de 350 dólares para comprar un niño y, así, cruzar con él el puesto fronterizo. El temor es que las ofertas se conviertan en secuestros.

Lo cierto es que un portavoz policial de Tijuana ha confirmado las informaciones y las autoridades federales han abierto o una investigación sobre estos casos. A tal punto se ha llegado que Gustavo Banda, pastor y director del refugio de Embajadores en Tijuana, ha advertido de que las familias sienten terror ante estos hechos y se ven forzadas a mantener a sus hijos encerrados en el interior del refugio.

“Por supuesto, las mujeres no han aceptado ninguna de estas ofertas, pero claramente esto es una gran preocupación debido al peligro para los niños”, ha señalado. En consecuencia, desde hace días la valla de su refugio permanece cerrada con cadenas y su personal no permite que los niños salgan a la calle sin alguien que los supervise. Además, dice, algunos hombres, de Haití o Centroamérica, ya están ofreciendo dinero a madres solteras para fingir que son una unidad familiar y cruzar, de este modo, la frontera.

“En este momento, toda la frontera de Tijuana está prácticamente cerrada para dos migrantes, incluso los de Haití”, destacó Banda. Existe la duda de si los hombres que se acercan al refugio buscan usar a los niños para su propio viaje o lo hacen encomendados por otros.

Se conoce el caso de una niña haitiana de quince años que asegura que unos hombres se acercaron al refugio preguntando acerca de la compra de niños: “Ni siquiera podía imaginar el horror antes de venir aquí. Me pregunto qué le sucederá a los niños una vez que cruzan la frontera. No es como si fueran su mamá o su papá, que les cuidarían sin importar lo que pase”, resalta.

En cualquiera de los casos, el director del refugio, nada más conocer la amenaza, llamó a la policía y ésta lleva vigilando refugio diariamente, incluso visitándolo tres veces al día, con el objetivo de identificar a los sospechosos.

Las autoridades estadounidenses no son ajenas a la situación desde hace casi dos años. Kirstjen Nielsen, la que era en junio de 2018 secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, fue criticada por justificar las separaciones familiares en la frontera, siendo advertida de que había adultos que se autoidentificaban, falsamente, como padres de niños migrantes con los que viajaban.

En esa fecha, Nielsen ya han dijo a la Asociación Nacional de Sheriffs: “me entristece decir que, desde octubre de 2017 hasta febrero de este año (2018), hemos visto un asombroso aumento del 315% en el número de extranjeros ilegales que utilizan a niños para que se hagan pasar por unidades familiares y puedan entrar en este país”.

Sus datos eran correctos, pero el diario estadounidense New York Times pudo comprobar que estos casos eran solo un porcentaje del número total de familias detenidas en la frontera. En concreto, menos de un 1%. Los datos del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense indican que en el año fiscal 2017, hubo 46 casos de fraude familiar y en el año fiscal 2018, 600. Los años fiscales en Estados Unidos finalizan en septiembre.

Con todo, Banda achaca estas actuaciones al sufrimiento de los migrantes en la espera en los refugios y a la tendencia de los cambios en la política migratoria estadounidense, unas “políticas inhumanas de la frontera de Estados Unidos”. “Si son personas malas o no, no lo sé, pero están buscando formas de cruzar la frontera y terminar con su sufrimiento”, señala el pastor de Embajadores.

Con todo, el refugio toma precauciones y mantiene a los niños en la parte posterior o con sus padres el mayor tiempo posible: “Las madres están muy asustadas por su seguridad y por la seguridad de sus hijos”, admite.

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