“La ciencia y la tecnología en el discurso de investidura”, por Carolina Gutiérrez Montero.

Carolina Gutiérrez Montero.

Ayer se produjo el discurso inicial del debate de investidura para la elección de un nuevo presidente de Gobierno en España. Comenzaba el candidato recordando que muchos de los presentes en ese hemiciclo no habían nacido cuando se produjo el primer debate de investidura en el año 1979 y otros eran muy pequeños para recordarlo.

En ese momento yo era de las que por tener una corta edad no lo recuerdo en absoluto, pero sí que me gustaría recordar esta primera comparecencia del candidato propuesto a la presidencia, escuchar de su boca palabras como: biotecnología, internet de las cosas, tecnología de la información, drones…ciencia.

Para los que nos dedicamos a la ciencia en sus diferentes áreas ver que nuestro campo de trabajo importa, que está en la agenda de los políticos y que aparece en el discurso de investidura del candidato a la presidencia del gobierno, que aún no nos lo terminamos de creer. Que en esta legislatura se pueda alcanzar el Pacto por la Ciencia como se ha relatado desde ese estrado nos ha convertido a los científicos durante esos instantes en profesionales importantes, ha sido nuestro minuto de gloria. Ese instante en el que buena parte de la sociedad pegada al televisor, ha escuchado del candidato, que la ciencia no solo forma parte de su programa electoral sino que es algo a destacar en ese momento tan importante como es el discurso que podría llevarle a ser el próximo presidente de gobierno.

No sé que se les pasará por la cabeza al resto de los diputados sentados en ese hemiciclo. Imagino que ninguno de los presentes, partidarios o detractores del que podría ser futuro presidente debería estar en contra de mejorar la ciencia de nuestro país, de mejorar las condiciones laborales de los científicos, de favorecer el regreso de los investigadores que tuvieron que emigrar forzosamente de nuestro país…pero por extrañas razones gobernando unos u otros a lo largo de nuestra democracia no se ha llevado a cabo ninguna de estas mejoras, bueno sí algunas, no vayamos a ser tan negativos, pero no se ha alcanzado esa realidad que llevamos esperando durante muchos años los científicos de este país: un reconocimiento profesional, con todo lo que ello implica, a la altura de nuestra formación y trabajo diario.

La Ciencia importa y es necesario decirlo con mayúsculas. Los investigadores estamos acostumbrados a permanecer escondidos trabajando cada día con el afán de alcanzar los objetivos planteados en nuestros proyectos de investigación. Solo cuando estos alcanzan la repercusión suficiente que algunos consideran, nos sacan de nuestros laboratorios, nos enseñan a la sociedad como personas un tanto peculiares y capaces de poner a nuestro país en la vanguardia nacional e internacional: ahí sí que importamos.

Pero nadie se acuerda de nosotros cuando pasamos penurias para que se financien nuestros proyectos, cuando nuestra nómina al mes es inferior que la de un recién licenciado de cualquier disciplina y que incluso de nuestros propios estudiantes de doctorado a pesar de contar nosotros con más de 15 o 20 años de experiencia laboral, cuando cierran nuestros laboratorios por no contar con las publicaciones adecuadas…

El gobierno que salga finalmente debe apostar por la ciencia y la tecnología. Ya no hay excusas para mirar para otro lado. Estamos aquí y estamos para quedarnos. Seguiremos luchando para que no solo tengamos un minuto, un instante de gloria en el discurso de investidura, ese que habrán recogido los taquígrafos, queremos la gloria para la ciencia de nuestro país, se lo merece, nos lo merecemos.

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