Según ha informado la agencia estatal norcoreana de noticias, KCNA, Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, ha presenciado una prueba con “un nuevo arma táctica guiada” como “advertencia solemne” a Corea del Sur, en relación al lanzamiento de los dos misiles de corto alcance por parte de Corea del Sur.
La KCNA ha destacado que la prueba ha sido supervisada y llevada a cabo ante las acciones de “militares belicistas” de Corea del Sur, los cuales pretenden “introducir armas ofensivas ultramodernas en el país y celebrar maniobras, desafiando las repetidas advertencias de Corea del Norte”.
Del mismo modo, ha trasladado que el resultado de las pruebas fue exitoso y que, tras ser testigo de ello, Kim apuntó “la superioridad y perfección del nuevo sistema de armas tácticas guiadas”.
Kim Jong-un trasladó también que las nuevas armas “serán difíciles de interceptar” y añadió que contar con ellas “supone un hecho significativo en el desarrollo de las Fuerzas Armadas y para garantizar la seguridad del país a través de la fuerza militar”.
Además el líder norcoreano criticó que desde Corea del Sur, sus autoridades, “muestran un extraño comportamiento de dos caras al ofrecer la mano para la paz ante el mundo y trabajar entre bambalinas para hacerse con armas ultramodernas y celebrar maniobras militares conjuntas (con Estados Unidos)”.
En este aspecto, Kim, según la agencia de noticias, lanzó la recomendación de que “el Ejecutivo surcoreano no cometa el error de ignorar la advertencia de Pyongyang”.
Antes de ello, el Ejecutivo estadounidense había instado a Corea del Norte a que “no haya más provocaciones”. “Esta Administración está comprometida con los contactos diplomáticos con Corea del Norte”, manifestó Morgan Ortagus, portavoz del Departamento de Estado.
En este aspecto ha destacado que Washington “espera que se pueda seguir avanzando en los acuerdos logrados en Vietnam y la Zona Desmilitarizada”, haciendo referencia a las dos últimas reuniones entre Donald Trump, presidente de EEUU, y Kim Jong Un, líder de Corea del Norte.
Mike Pompeo, secretario de Estado, ha trasladado en una entrevista a Bloomberg su deseo que existan conversaciones con Corea del Norte “en un par de semanas”, tal como ha informado la agencia de noticias Reuters.
“Queremos que la diplomacia funcione. Queremos que el presidente Kim (Jong-un) cumpla la promesa que hizo al presidente Trump, que fue que desnuclearizaría (el país)”, ha apuntado. “Seguimos convencidos de que hay un camino diplomático, una solución negociada a esto”, ha subrayado.