Según un balance del Ministerio del Interior de Kazajistán, al menos 40 personas habrían muerto desde el inicio de las protestas en el país euroasiático.
Además, se ha detenido a más de 4.400 en unos disturbios originados por el precio del gas licuado, esencial para los desplazamientos en coche.
De acuerdo con las informaciones de la agencia DPA, entre los fallecidos se encuentran miembros de las fuerzas de seguridad. También, un niño de 11 años a consecuencia de la herida de bala en la cabeza cuyo origen se desconoce.
En el capítulo de las detenciones, según las estimaciones que recoge el diario Vlast, once instigadores de los disturbios han sido arrestados. El Gobierno kazajo atribuye los disturbios a la intervención de “terroristas” bajo influencia extranjera.
Los disturbios, que comenzaron en las ciudades de Zhanaozen y Aktau, se han ido extendiendo al resto de Kazajistán. La antigua capital kazaja, Almatý ha sido, finalmente, el epicentro de las protestas, tratándose del núcleo financiero del país. En la ciudad se ha decretado el estado de emergencia.
El presidente de Kazajistán ordenó tirar a matar
Por otro lado, las propias autoridades llevan haciendo balance de la situación y ya hace tres días admitieron que había “decenas” de muertos.
Además, Kasim Jomart Tokayev, presidente kazajo, ordenó este viernes disparar a matar “sin advertencia” previa a los “terroristas”.
Asimismo, ha pedido ayuda militar a Rusia y a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC). De ahí el despliegue de tropas procedentes de la Bielorrusia de Aleksander Lukashenko, unos movimientos militares que no gustan a Estados Unidos. Tampoco a la Unión Europea.
De hecho, Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense, ha cuestionado la presencia de efectivos de la OTSC en la crisis de Kazajistán.
Así, aseguró que Washington continúa “muy preocupado” por la actual situación del país euroasiático, precisamente cuando aumenta la tensión en Ucrania.
“Las autoridades y el Gobierno de Kazajistán ciertamente tienen la capacidad de lidiar correctamente con las protestas. De hacerlo de una manera que respete los derechos de los manifestantes mientras mantiene la ley y el orden”, dijo en rueda de prensa.
Dicho esto, agregó que “no está claro por qué piensan que necesitan asistencia extranjera”.